Entrevista a Joe Navarro
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Nuestra amiga y colaboradora en Argentina, María Laura Quiñones Urquiza entrevista a Joe
Navarro
Joe Navarro exinvestigador del FBI sabe interpretar las señales no verbales que los demás emiten inconscientemente, lo cual permite descubrir sus intenciones y sentimientos verdaderos y evitar así engaños y trampas.
Autoría y Traducción:
Maria Laura Quiñones Urquiza
Una de las cosas mágicas que tienen las redes sociales, es que uno puede también contactarse con gente realmente interesante, que no solo comparte generosamente sus conocimientos, si no que lo hace con una gran humildad. Un querido amigo en común me lo había descrito desde hacía mucho tiempo y es así, Joe Navarro es tal como me dijeron: un gran maestro:
¿Cómo eligió esta carrera?
Siempre tuve un gran interés en la medicina y cuando ingresé a la universidad, me di cuenta que esa dedicación que ya tenía para los deportes, podía ser mejor aprovechada estudiando química. Tomé algunos cursos de Antropología y al último de Criminología, y este tema me atrapó. Pero a su vez, también quería estudiar derecho. En mi último año de Universidad, el FBI se me acercó y me invitó a unirme a ellos, algo raro ya que por lo general, es uno quien solicita unirse. Tenía 23 años en aquel entonces, sumamente joven pero estoy muy contento de que ellos se hayan acercado a mí, pues debo decir que he hecho una maravillosa carrera. De todas maneras, es mucho mejor que verlo en televisión y los casos en la realidad, resultan mucho más interesantes
Usted se ha convertido en uno de los mayores especialistas en análisis del lenguaje gestual que hay en la actualidad ¿qué es lo que lo atrajo de esta técnica?
Esa es una gran pregunta, cuando ingresé al FBI, me di cuenta de que todo lo que hacía era realmente sobre comunicación no verbal. Así sea observando delincuentes en las calles, espías o terroristas, es verdaderamente el saber observar el lenguaje gestual para poder descifrar qué es lo que piensan, desean o pretenden. Algo tan simple como observar a alguien mirar disimulada y compulsivamente su reloj, puede indicarnos lo que está por suceder, y por supuesto, en un cuarto de interrogatorios, el lenguaje no verbal lo es todo (no qué dicen si no cómo lo dicen). Desafortunadamente, en aquel entonces nadie enseñaba esta técnica en el FBI, ni tampoco se la podía aprender en las universidades o institutos, entonces decidí aprenderla leyendo vorazmente cuanto libro había sobre el tema, ya sea desde la óptica de la psicología, antropología, zoología, etnografía, ciencias de la comunicación, neurología, fisiología y medicina. Algo así como al leer 2.000 libros, ya que perdí la cuenta con el correr del tiempo, uno puede llegar a tener un panorama sobre el tema, pero he de decir que todavía me considero un estudioso de esto, pero el que sea un experto, es algo que deben decidir los otros, pues todavía estoy aprendiendo y hay mucho aún por conocer.
En lo que se refiere a esta disciplina, usted ha investigado exhaustivamente lo que dicen cuando no hablan los jugadores de Poker profesional ¿Qué es el placer por la mentira y cómo se detecta el comportamiento falaz en lo gestual?
Esta es una pregunta profunda porque mucho tiene que ver con la supervivencia. ¿Por qué la gente miente o engaña?, para preservar su energía o preservarse del riesgo que surge de alcanzar grandes cosas con el menor esfuerzo. Nosotros los humanos y muchas especies, lo hacemos, mentimos para conseguir lo que deseamos para nosotros: dinero, sexo, poder, mejores calificaciones escolares, el ultimo Ipad, etc. Mentimos porque es siempre más efectivo y funciona. Obviamente, mentir no es bueno para la sociedad, no es bueno para las relaciones, por eso buscamos aquellos que no mientan, pero aún así también ocurre y la mayoría de las veces por cuestiones sociales, que uno no le podría responder a una madre que su hijo no es lindo, allí mentimos. Pero hay juegos en los que la decepción es un paradigma y el poker es uno de ellos, mientras más mientas en el poker, mayores posibilidades tenés de ganar. Dicho esto nuestros cerebros han evolucionado para que nos comuniquemos abiertamente lo que sentimos, pensamos, deseamos o pretendemos, nuestro cerebro lo hace a través del cuerpo y es en esos momentos de revelación inconsciente donde observamos cómo el cuerpo comunica lo que la persona verdaderamente desea expresar. Entonces cuando el jugador de poker o el marido infiel dice: No pasa nada, pero se toca el cuello, sabremos que el cerebro dice que este tema me estás sobresaltando, necesito tranquilizarme y es así, como la decepción y otras emociones son reveladas por el cuerpo a modo de lenguaje gestual.
He leído una denominación que le es propia y me ha resultado sumamente interesante, pues desde el punto de vista Criminológico es un aporte nuevo ¿qué es lo que hace a un agresor un "WOUND COLLECTOR"?
Existen en el mundo personas que coleccionan heridas, las buscan constantemente para sustentar sus creencias u odios. Muchas veces los movimientos nacionalistas hacen esto, pero más precisamente lo hacen los terroristas. Te pongo dos ejemplos, uno el de UNABOMBER (Ted Kaczynski) en los Estados Unidos y Osama Bin Laden en Medio oriente, ambos eran coleccionistas de heridas. Pues catalogan y siempre tienen presentes heridas, injurias del pasado, para Ted eran las de la Revolución Industrial, para Obama las Cruzadas), utilizan eventos pasados para justificar su odio apasionado y mantienen vivas sus creencias. Mientras desarrollaba esta teoría en el FBI, también noté que otras personas lo hacen por razones similares. Los cuadros de paranoia patológica, así como personalidades Borderline y personalidades histriónicas adoran coleccionar “heridas” que luego utilizan en sus arsenales. Retrotraen cosas del pasado y nunca las olvidan porque así las pueden utilizar como instrumento para darse la licencia de herir ellos. Fijáte, los coleccionistas de heridas, las juntan para poder dañar pero no con propósitos educativos o institucionales, esa es la gran diferencia. De alguna manera son la antítesis de lo que Cristo predicaba: poner la otra mejilla, en cambio el coleccionista de heridas necesita recordarlas para nutrirse con ellas y mantenerlas vivas para justificar quiénes son ellos y en lo que creen.
Usted ha colaborado en la creación de la Unidad de Ciencias de Comportamiento Criminal en Bogotá, Colombia, cuénteme ¿qué recuerdos tiene de aquella experiencia?
Fue para mí fue un privilegio haber sido invitado por el Gobierno de Colombia con la asistencia de la Embajada de los Estados Unidos para comenzar la primera unidad multidisciplinaria de perfilación criminal en Latinoamérica. Obviamente, era necesaria la creación de una unidad de perfilación al igual que en otros países, pero ellos tuvieron el gran acierto de cristalizarlo. Mi requisito para poder unirme al proyecto, fue que de cada oficina, seleccionen al más idóneo y al más experimentado investigador, lo que era importante era poder capacitarlos y ponerlos a confeccionar perfiles unos dos años. El Procurador General de Colombia estuvo de acuerdo, y en 2003, aproximadamente 3 meses después de haberme retirado del FBI comenzamos el proceso de selección y luego estuvimos entrenando a cada una de las personas que vinieron de fuerzas policiales, cuerpos judiciales y unidades medico forenses. Lo que más me gustó de la gente de la unidad, es que eran como esponjas, pues querían aprender más, aunque estuviésemos desde las 8 hasta las 20 hs, siempre se quedaban con ganas de más. Pienso que como resultado a su esfuerzo, no el mío, ellos establecieron una organización que actualmente es reconocida y con uno de los roles más importantes desde el punto de vista investigativo, forense y del sistema judicial, los casos que llevan han incrementado considerablemente a lo largo de los años, así como sus logros. Para mí fue un honor colaborar con su capacitación, compartiendo mis conocimientos y creo que ahora lideran la ruta y para mí, es algo de lo cual estoy orgulloso, así como de todo lo que esta unidad ha alcanzado, por sí mismos llegaron adonde están a base de esfuerzo y dedicación. Quiero mucho a mis colegas de allí, trabajan incansablemente, son predispuestos y se preocupan tanto por las víctimas como por su país, esta también ha sido siempre mi filosofía.
¿Qué es que más le impactó de Luis Alfredo Garavito?
Ese es un caso que aún hoy me impacta. Es un hombre que abusó de niños y tuvo la habilidad suficiente para matar más de 140 (solo 86 se le pudieron probar) pero sabemos que eran más. No tiene arrepentimientos ni deseos de ser perdonado, cuando se lo llevó a prisión, sus palabras me sorprendieron: “¿me veo bien para salir ante las cámaras?”, allí aparece un sujeto que clínicamente cursa con una alta escala de narcisismo y psicopatía, cuando ambos se combinan, esto es lo que él construye, un lugar lleno de escombros, pero lleno de seres humanos y sufrimiento que se va ensanchando, nunca encogiendo. Lo que resulta llamativo, es cómo cuánta gente en Colombia, y esto incluye a ciertos clérigos, piensa que debería salir libre, he allí el poder del psicópata y del narcisista que seduce e hipnotiza. Pienso que es uno de los peores seres humanos que ha existido y cuando uno conversa con los padres de esos niños, llegas a sentir lo mismo. La mayoría de las personas no comprende la psicopatía, ni lo peligrosa e insidiosa que es, se puede manifestar en Garavito Cubillos que comparte los mismos rasgos que James Jones, el Reverendo de Jonestown Guyana (psicopatía y narcisismo), y jamás debemos olvidar hasta donde son capaces de llegar cuando se lo proponen.
¿En qué caso le hubiese gustado colaborar? ¿Por qué?
He tenido la suerte de haber participado en algunos de los casos más resonantes de los Estados Unidos, incluyendo el de Ted Bundy entre otros. Sin habérmelo planteado, simplemente aparecían y yo me sentía encantado de poder colaborar en ellos y todos han sido de igual importancia. Uno de los que más recuerdo es del año 1980, era un secuestro en Yuma, Arizona, nadie había oído hablar de este caso porque el niño había sido rescatado, pero este era un caso en el que el análisis del lenguaje gestual hizo que me percate de las intenciones de matar al niño que tenía uno de los captores, esto por una llamada que efectuó desde un teléfono público, en aquel entonces no habían teléfonos celulares. Me alegro de habérselo comunicado a mis jefes en aquel momento, aún a mis veintitantos años, les dije que su lenguaje gestual indicaba que tenía intenciones homicidas para con el niño. Los agentes veteranos ni se lo planteaban, pero cuando les comenté mi hipótesis, por suerte la tomaron en cuenta y los interceptamos aún sin saber dónde tenían cautivo al niño, no fue un caso resonante, he trabajado en este tipo de casos, pero a éste lo recuerdo entre otras cosas porque esto que percibí, supimos que estaba en los planes de los captores, el niño cuando fue liberado me agradeció. Esto fue realmente importante para mí ya que salvamos la vida del chico, varias veces cuando confeccionas un perfil criminológico, las víctimas están muertas y para mí, esto es llegar tarde, es por eso que el análisis del lenguaje gestual me resulta tan primordial.
¿Le podría dar algún mensaje a aquellos estudiantes y apasionados de la Técnica del Perfil Criminal?
Le digo a aquellos interesados en la Criminología o en la Técnica de Perfilación Criminal, que lo más importante es tener una mente abierta y con la plasticidad suficiente. Lean todo lo que puedan sobre psicología, antropología, sociología, etc. Y no se tracen límites. Sean grandes observadores y serán grandes investigadores, perfiladores o criminólogos. Nunca dejen de leer, de aprender y jamás den por sentado que conocen todo, porque esto no es así.
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