Lavado de dinero

Publicado en Criminología

La falsa prosperidad

De 2010 a la fecha los cárteles del narcotráfico blanquearon 16 mil millones de dólares en México, calculan la PGR y autoridades de Estados Unidos. El caso de La Contadora, integrante de Los Zetas, ilustra el fenómeno.

 

 

 

 

Una foto tomada en septiembre de 2005 la muestra con una sonrisa serena, el cabello largo y negro, y la mirada tranquila de una mujer que se prepara para los cambios que en unos meses le traerá la llegada de su primer hijo. Pero ese tiempo que faltaba no sólo la convirtió en madre por primera vez: en los meses siguientes Carmen del Consuelo Sáenz Márquez, ingeniera industrial titulada en Coahuila, se relacionó con Los Zetas. Para ellos trabajó durante casi cinco años como enlace, operadora, administradora regional y presunta encargada de los plagios dentro y fuera del país.

 

En la imagen para la sección “Futuras Mamás” del periódico El Siglo de Torreón, Ana Claudia Morante Villanueva (quizá su nombre real) posa primero sola y luego acompañada de otras cinco próximas madres. Vestida con una blusa blanca suelta y un pantalón color beige, Ana Claudia, o Carmen del Consuelo Sáenz Márquez, o Carmen del Consuelo Sáenz Manríquez, o Karla Aracely Luna Bello, alias Claudia o La Contadora, luce un moño azul sobre esa blusa. Un caballito blanco a manera de prendedor completa la imagen; todo indica que espera un varón. Su arreglo es sencillo, únicamente delineador negro y algo de sombra azul.

 

DOS MUJERES

Seis años después, Claudia ya es otra: adiestrada por Los Zetas para manejar sus cuentas en Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Quintana Roo, y señalada en 2010 por la Procuraduría General de la República (PGR) como presunta encargada de controlar secuestros dentro y fuera del país para apuntalar el financiamiento operativo del cártel. Ahora va teñida de rubio, con las cejas depiladas y delineadas a lápiz, y una expresión retadora y dura en el rostro. Fue detenida y presentada por la Marina Armada como una de las figuras más activas de Los Zetas, y no sólo a nivel operativo (se le liga con los asesinatos de los agentes Jorge Antonio Sulub Caamal, Rogelio Ibarra Alvarado y Manuel Jesús Novelo, ocurridos en julio de 2008 en Campeche), sino en los manejos financieros de la organización: de acuerdo con la Armada, Claudia, de 29 años de edad, originaria de Torreón, Coahuila, es la presunta operadora financiera de Los Zetas en la zona sur del país. Con ella fueron detenidas 10 personas más, presumiblemente su grupo de contadores y auxiliares financieros, entre quienes estaba Rosella Rosales Ayala, Rox o Cheya, de 22 años de edad, originaria de Playa Vicente, Veracruz, y con especialidad en Administración de Empresas. Rosella estaba siendo “capacitada” por Claudia para asumir nuevas responsabilidades en el manejo de recursos financieros y en la compra o renta de casas de seguridad de la organización.

 

Datos de inteligencia naval señalan que el resto de los integrantes de la célula desmantelada por la Armada de México el 25 de octubre en Córdoba, Veracruz, tiene un perfil de educación media y media superior. Hay pasantes de carreras de Comercio y Derecho y hasta un estudiante de segundo semestre en Medicina. Otros miembros detenidos cursaron el bachillerato, la secundaria y en algún momento se dedicaron a ejercer algún oficio, y sólo dos de ellos no habían concluido estudios básicos. En general, los detenidos reunían las características básicas para ser reclutados por el cártel en una de las áreas núcleo de toda organización criminal: el lavado de dinero, actividad que desde 2010 permitió a los cárteles mexicanos blanquear aproximadamente 16 mil millones de dólares.

 

 

 

Esa es la cantidad que el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, la Secretaría de Hacienda y la PGR estiman que ingresó al país en los últimos dos años y que fue blanqueada en diversas formas y con mecanismos de todo tipo por los operadores financieros al servicio de la delincuencia organizada en México. Informes del Centro Nacional de Inteligencia Antinarcóticos de Estados Unidos (NDIC, por sus siglas en inglés) advirtieron apenas en junio de este año que las organizaciones criminales mexicanas y colombianas han logrado la capacidad de lavar anualmente cifras que oscilan entre los 18 mil y los 38 mil millones de dólares, y que la mayor parte de estos activos son generados por la venta de cocaína no sólo en el continente americano, sino también en Europa y en África.

 

Al respecto, la consultoría especializada estadunidense Money Laundering aseguró hace cinco meses que en los países que sufren el fenómeno del narcotráfico y los embates de la delincuencia organizada, el promedio del efectivo blanqueado oscila entre el dos y el tres por ciento del producto interno bruto (PIB) de las economías afectadas por el narcotráfico. En México esta cifra alcanza cinco por ciento del PIB nacional, lo que equivale a unos 45 mil millones de dólares.

 

Hace una semana la misma firma emitió un breve texto en el que advierte del peligro por la proliferación de hoteles controlados por cárteles de la droga, que suelen reinvertir una parte de sus ganancias en negocios que reproducen a mediano o largo plazo los esquemas de blanqueo para sostener una parte de las operaciones del cártel.

 

 

ESPEJISMOS

Los reportes de inteligencia naval indican que Claudia o La Contadora, como la identificó en 2010 la PGR en una lista de los 50 delincuentes más buscados en el país y en el extranjero, ingresó a Los Zetas entre finales de 2005 y principios de 2006. En los siguientes tres años fue aprendiendo el manejo del negocio en diversas plazas controladas por la organización. Su grado de estudios le facilitó ascender en el grupo y colocarse poco a poco en áreas que la mantuvieron alejada de la violencia directa hasta julio de 2008, cuando se le ligó a la desaparición de tres agentes ministeriales en Campeche ultimados por Zetas. Carmen del Consuelo Sáenz, nombre con el que la presentó oficialmente la Armada de México el 27 de octubre, siguió ascendiendo en la organización y pronto se encargó, apoyada por una decena de personas, de la nómina de Los Zetas en Hidalgo, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Quintana Roo, en donde compró casas, negocios pequeños, automóviles y terrenos, y llevó también la cuenta de los pagos a personajes ligados a la red de apoyo del cártel en esos estados.

 

Esta clase de actividad está clasificada por Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra el Uso de Drogas y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés) como una de las cuatro categorías que caracterizan a las organizaciones delictivas trasnacionales. Hace unas semanas la UNODC difundió su reporte de investigación “Estimación de Flujos Financieros Ilícitos Derivados del Tráfico de Drogas y otros Crímenes Trasnacionales” (“Estimating Illict Financial Flows Resulting From Drug Trafficking and Other Trasnational Crimes”, 2011), en el que se revisan a fondo los aspectos más importantes del lavado de dinero en el mundo. Aunque el documento no particulariza casos específicos, sí ofrece proyecciones basadas en situaciones reales y plenamente documentadas, aunque los 11 especialistas e investigadores que elaboraron el reporte reconocen que la falta de datos sólidos generada por gobiernos de los países afectados, incluyendo Estados Unidos, dificulta la revisión del tema a fondo. El otro gran obstáculo en el combate a este delito radica en la disparidad de leyes para atacarlo y en la gama de interpretaciones y conceptos que manejan los sistemas jurídicos para combatirlo.

 

 

La Marina Armada de México presentó el 8 de septiembre pasado el sistema de telecomunicaciones de Los Zetas decomisado en el estado de Veracruz. Foto: Misael Valtierra/ Cuartoscuro

 

 

EL CÁNCER DEL NARCO

En sus consideraciones más importantes, los especialistas —entre los que destaca el economista salvadoreño Carlos Carcach— advierten que por cada mil millones de dólares que son lavados por los cárteles en sistemas financieros aún sanos, ocurren afectaciones a la economía nacional que implican una eventual reducción del crecimiento económico del orden del 0.4 al 0.6 por ciento.

 

Esta distorsión financiera va en aumento en la medida en que el lavado de dinero se convierte en una actividad que lentamente va desplazando a las actividades financieras legales; al pequeño y mediano comercio, a la agricultura, a las manufacturas, a las inmobiliarias, a las empresas prestadoras de bienes y servicio, a una parte del sector automotriz, a núcleos del sector salud y educativo y al sector de la seguridad. La incursión progresiva de los cárteles en estas áreas va minando la salud del sistema financiero, económico, laboral, productivo y de servicios del país al generar esquemas de vulnerabilidad, desplazamiento de mano de obra calificada, contratación de subempleados y evasión de impuestos.

 

Este esquema de desgaste financiero y de ofensiva por parte de los cárteles de la droga hacia los sistemas bancarios, económicos y judiciales se ha acentuado a partir de mediados de los años noventa, señalan los investigadores. Desde finales de esa década hasta principios de la actual, el promedio del dinero considerado como ganancia neta sólo por la venta de cocaína ha promediado 350 mil millones de dólares. De esta cifra, cerca de 55 por ciento ha sido susceptible de ser lavada en América del Norte, mientras que el resto ha sido blanqueada en Europa, el Caribe y Asia. En el caso de México, la corrupción como fenómeno paralelo ha posibilitado el crecimiento del lavado de dinero, señala el documento, que también destaca los esfuerzos del actual gobierno para atacar esta situación mediante programas anticorrupción.

 

En cuanto a la cantidad de droga total (marihuana, heroína, cocaína, metanfetaminas, etcétera) traficada hacia Estados Unidos, el reporte estima que las ganancias por esta actividad ascienden a unos 13 mil 800 millones de dólares netos. De esa suma, alrededor de siete mil millones de dólares constituyen las ganancias sólo por la venta de cocaína en las calles de la Unión Americana, debiendo sumarse las ganancias por cargamentos de cocaína enviados a Asia, que ascienden a unos tres mil 500 millones de dólares estimados por la colocación de droga “al mayoreo” en esa región del planeta, como indica el reporte.

 

 

 

Fuente:

http://www.msemanal.com/node/4881

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