¿Para que se hace un crash test?
¿Para que se hace un crash test?
Realizar pruebas de choque para comprobar la seguridad de los coches y después informar a los consumidores es el objetivo de EuroNCAP. Unos ensayos que también realizan los propios fabricantes y diferentes laboratorios para la homologación de vehículos, siguiendo la legislación vigente.
EURONCAP ANALIZA Y PUNTÚA LA SEGURIDAD PASIVA DE LOS COCHES A PARTIR DE UNAS PRUEBAS DE CHOCHE
Realizar pruebas de choque o crash-tests para comprobar la seguridad pasiva de los coches y, después, traducir sus resultados en calificaciones de fácil comprensión para los consumidores es el objetivo de EuroNCAP, un consorcio independiente que agrupa a distintas administraciones y asociaciones europeas que representan a más de 150 millones de consumidores.Nació en 1997 y entre sus integrantes destacan el Departamento de Transportes del Reino Unido, la Administración de Carreteras de Suecia, Holanda, Francia, Alemania, la Alianza Internacional de Turismo, la Federación Internacional de Automovilismo y la asociación Testing, que agrupa a 25 organizaciones de consumidores. En España, participan en EuroNCAP, el RACE (Real Automóvil Club de España), el RACC (Real Automóvil Club de Cataluña) y la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
Las pruebas se realizan por grupos de vehículos pertenecientes a un mismo segmento (utilitarios, monovolúmenes, berlinas familiares...). Deben pasar dos ensayos de choque, uno frontal y otro lateral. En marzo de 2000 se añadió una colisión lateral contra un poste rígido, para los coches que obtienen la máxima puntuación en el choque lateral.
Asimismo, se incluyen ensayos de protección de peatones en caso de atropello. La seguridad de los niños también se estudia, midiendo y analizando la protección que proporcionan los asientos infantiles que cada fabricante recomienda.
Después de estas pruebas –cuyo coste oscila entre 20 y 25 millones de pesetas–, los coches obtienen una calificación que se traduce en estrellas (de 0 a 5) para que el consumidor pueda tener una lectura comparativa, rápida y de fácil comprensión.
Se han realizado ensayos a unos 90 vehículos. Sus resultados, difundidos a través de los medios de comunicación, también pueden consultarse en Internet.
Información y consulta en las direcciones:
www.fia.com / www.euroncap.com
www.race.es / www.racc.es
LOS ENSAYOS, PASO A PASO
Las pruebas que realiza EuroNCAP siguen unos pasos predeterminados, desde la elección del coche, a las colisiones a que son sometidos o el sistema de calificación. A continuación los analizamos uno a uno.
Una representación de todos miembros del EuroNCAP decide el segmento de coches –utilitarios, berlinas, monovolúmenes...–. A continuación, se eligen los coches que, dentro de ese segmento, son más populares o más representativos. La decisión se comunica al fabricante, por si quiere introducir alguna mejora en su vehículo. Seguidamente, se acude a un concesionario y se compra el coche con el equipamiento mínimo de seguridad con el que se comercializa. Las pruebas se realizan en laboratorios de Francia, Holanda, Alemania o Inglaterra.
CHOQUE FRONTAL
El impacto frontal se realiza a 64 km/h. El coche choca contra una barrera deformable. Se colocan dos dummies en las plazas delanteras. En cada uno de estos maniquíes se mide el riesgo de lesión en: cabeza/cuello, tórax, parte superior (pelvis, fémur y rodilla) y parte inferior (tibia, peroné, tobillo y pie) de las extremidades inferiores.
IMPACTO LATERAL
En el test de impacto lateral, un bloque de aluminio deformable, colocado en una especie de carro, impacta a 50 km/h. contra el vehículo. Sólo se coloca un dummy, instalado en el asiento del conductor, siendo éste lateral el que recibe el impacto. Se evalúan las lesiones en: cabeza, tórax, abdomen y pelvis.
TEST DEL POSTE
Desde el año pasado se realiza un impacto lateral contra un poste rígido que penetra a la altura de la cabeza del conductor. La velocidad de impacto es de 29 km/h. y sirve para comprobar la eficacia de los airbags laterales. Asimismo, analiza las consecuencias que tienen los choques laterales con otro vehículo más alto (todoterreno o camión). Los puntos obtenidos se añaden a la calificación global del ensayo lateral.
ATROPELLO DE PEATONES
Se analiza el grado de protección que ofrece cada modelo al peatón. Para ello, se lanzan contra distintos puntos del frontal del coche unos ‘elementos’, que reproducen las características de masa, inercia y altura sobre el suelo, de la cabeza de un niño, la cabeza de un adulto y la pierna de un adulto.
SEGURIDAD INFANTIL
No existe una prueba específica para analizar la seguridad de los asientos infantiles, pero tanto en el ensayo frontal como en el lateral se instalan en los asientos traseros dos dummies infantiles (representan a un niño de 18 meses y a otro de 3 años) colocados en las sillitas recomendadas por el fabricante del coche. Se analiza la seguridad de la silla y la protección que ofrece a los ‘pequeños’ (cabeza y esfuerzos que soporta el cuello).
Cada coche recibe dos puntuaciones: una para las pruebas de choque frontal y lateral y otra independiente para la protección de los peatones. Cada zona del cuerpo recibe unas puntuaciones que se visualizan sobre un maniquí en un código de colores (verde, amarillo, naranja, marrón y rojo) para facilitar su comparación. A continuación, esos puntos se suman para obtener la calificación total que se traduce en un número de estrellas. En el primer caso –choques frontal y lateral–, la calificación va de 0 a 5 estrellas, y para el supuesto de atropello, la valoración llega a 4 estrellas.
Para comprobar las lesiones que se pueden provocar a las personas, se colocan en los asientos unos dummies o maniquíes. Estos ‘hombres’ de esqueleto de acero y piel de caucho, con sensores en todo su cuerpo, suministran pistas vitales. Además de los datos recogidos por los sensores, también reflejan las lesiones a través de los desgarrones de su ropa o de cortes en su ‘piel’. Se utilizan dos tipos de adultos, el denominado EuroSid I –para impactos laterales– y el Hybrid III – en choques frontales–. Para medir las lesiones infantiles se emplean dos dummies: uno representa a un niño de 18 meses y otro, a uno de 3 años.
Revista tráfico, DGT, España