MERCOSUR: El narcotráfico como amenaza no militar
MERCOSUR: El narcotráfico como amenaza no militar
INTRODUCCIÓN
Como actor estratégico, el narcotráfico, comienza a evolucionar en América del Sur a partir de la década del 70. Motivos histórico- culturales, que nutren las estructuras sociales de esos pueblos, tornan a las regiones cocaleras andinas en zona propicia para la instalación del narcotráfico.
El paso de la coca como producto cultural al complejo coca-cocaína como producto empresarial coloca al narcotráfico dentro del concepto de amenaza contemplado en la Agenda de Seguridad Continental.
Ahora bien, qué es lo que le da entidad de actor estratégico y cuál es su incidencia en materia de seguridad nacional y regional? Es el interrogante que se pretende explicar en el presente trabajo a partir del supuesto de que: se ha producido una expansión del tránsito y el consumo de drogas ilícitas, en su estadio de narcoeconomía.. Este se halla potenciado por su asociación con la guerrilla, lo cual convierte al fenómeno en una amenaza estratégica multidimensional,, al que ningún sector de las sociedades nacionales está ajeno, lo cual implica que los Estados deben asumir estrategias conjuntas para enfrentarlo en el ámbito regional.
Para abordar la problemática tendremos en cuenta tres aspectos relevantes:
a. Aproximación conceptual al actor estratégico
b. Abordaje hemisférico de la problemática a través de los organismos multilaterales.
c. Incidencia del narcotráfico en la subregión MERCOSUR como fenómeno adverso a la seguridad nacional y regional.
Para desarrollar el estudio se recurrió a las siguientes fuentes de información: a) informes de la Policía Federal y de la Drug Enforcement Administration (DEA); b) a los boletines del Observatorio Geopolítico de Drogas (OGD) y c) a libros, revistas y periódicos, nacionales y extranjeros. Además se realizaron entrevistas a miembros de Gendarmería Nacional respecto del tráfico de estupefacientes en Argentina.
1. 1. NARCOTRÁFICO: ACTOR ESTRATEGICO
En América del Sur el narcotráfico aparece como amenaza a partir de la década del 70, cuando el centro abastecedor conocido como "el triángulo dorado" (Myanmar (Birmania), Tailandia y Laos) comienza a desestabilizarse debido a las luchas por la liberación nacional. Según algunos autores, el centro de operaciones se traslada a la región andina de América del Sur, justamente, donde sobreviven atávicas costumbres culturales vinculadas a cultivos cocaleros. Emerge, entonces, la base de lo que será, con el tiempo, uno de los centros mundiales de producción del complejo coca- cocaína. Siguiendo a Castells, existe una estrecha conexión entre el narcotráfico y el espacio territorial puesto que, más allá del fenómeno económico, la vinculación proviene de las raíces culturales que amarran a esos pueblos con las tradiciones prehispánicas.
En el decenio indicado, Bolivia se convierte en el centro de producción para mercados consumidores de Estados Unidos y Europa. En Colombia se constituye el poderoso Cartel de Cali en 1970 y en 1977, el otro no menos importante Cartel de Medellín.
El flujo masivo de narcóticos hacia territorio norteamericano convierte en una cruzada la guerra contra las drogas y se incorpora a la agenda de seguridad nacional de Estados Unidos. Esta es la posición, que más allá de sus matices, van a sustentar las administraciones tanto republicanas como demócratas.
En orden a diseñar estrategias contra los narcóticos, en 1973 se crea la Drug Enforcement Administration (DEA), organismo dependiente del Departamento de Justicia, que se convierte en el ejecutor operativo de la lucha antidroga en el ámbito hemisférico.
En la década de los 80 se producirán tres acontecimientos de relevancia que demostrará el grado de evolución del fenómeno:
• La consolidación de los carteles del narcotráfico sudamericano con capacidad suficiente como para organizarse empresarialmente y penetrar en el mercado global.
• Incremento sustantivo de la capacidad económica y penetración en el tejido social y del poder político en alguno de los países sudamericanos.
• Intervención de Estados Unidos en la problemática a partir de una lógica predominantemente militar sobre los centros productores, desde una perspectiva unilateral.
La intervención norteamericana en el Chapare boliviano fue un caso paradigmático. A partir del cual se comienza a perfilar la concepción geomoral que subyace en la cuestión y que va a producir desavenencias en los países sudamericanos, puestas de manifiestos en las reuniones hemisféricas..
La estructuración del estadio empresarial del narcotráfico, va a definir una división internacional del trabajo, en la que se compromete parte de territorios de distintos estados de la región, para completar el circuito: a) productor b) tránsito, c)consumo d) lavado de dinero. Además, en esta instancia, se va abandonando la ruta exclusivamente terrestre por la aérea para lo cual se procederá a la instalación de pistas de aterrizajes clandestinas en puntos estratégicos de territorios los nacionales.
En este mismo período la demanda de marihuana decrece y aumenta el volumen de la cocaína debido a los márgenes de ganancia que esta última garantiza, en relación precio/volumen. Por otra parte entra en competencia con la propia producción de narcóticos, ya que gran parte del rubro marihuana se trasladó a territorio norteamericano.(1)
En la década de los 80 la situación, lejos de mejorar, se deteriora puesto que, por un lado, se observa un fuerte aumento del consumo y, por el otro, una multiplicación de la violencia conexa. Esto provoca un mayor impulso de la lucha antinarcóticos en las áreas productoras del Continente Sudamericano. En 1986 Ronald Reagan firma el Acta Antidrogas donde involucra a las Fuerzas Armadas en la cruzada. Se incrementa la penalización para el tráfico, distribución y consumo de drogas. Además, se establece la necesidad de erradicar las plantaciones con productos químicos en los países productores. Cuestión que genera debate debido a los riesgos que tal medida genera sobre el ambiente de las zonas productoras. (2)
Por otro lado, se establece el mecanismo de Certificación, procedimiento de evaluación anual del comportamiento de los países respecto su involucramiento en la lucha contra las drogas. Este mecanismo fue cuestionado por los países productores en tanto se advertía el uso arbitrario y unilateral, que respondía más a cuestiones de política exterior norteamericana como una suerte de mecanismo para presionar a determinados estados en función de sus objetivos políticos.
A fines de los 80, comienza a detectarse la vinculación del narcotráfico con la guerrilla, por un lado, y con personajes políticos relevantes en las estructuras estatales, por el otro. Así miembros de los gobiernos de Colombia, Perú, Bolivia son sospechados de vinculaciones con el narcotráfico.
La administración Bush continua con la política de centrar la cuestión en el ámbito de la oferta. y profundiza la militarización- coacainización y andinización de la guerra antinarcóticos. Motivo por el cual, el mayor peso de la lucha recae en la interdicción- erradicación y, en menor medida, en la educación- rehabilitación, es decir el ámbito de la demanda.
Estados Unidos ha variado, en los 90, la concepción de su lucha contra el tráfico de drogas toda vez que reconoce la existencia de una corresponsabilidad en la problemática con los países productores y decidió enfrentar la cuestión tanto del lado de la oferta como de la demanda y desde una perspectiva multilateral. Es así como, con Colombia, Perú y Bolivia, se acordaron principios de cooperación, multilateralidad y corresponsabilidad, en la Cumbre de Cartagena. En 1991 se firmó el ATPA (Andean Trade Preferance Act) en el que se fijó un libre arancel para los productos provenientes de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia durante un lapso de diez años.
Si bien las tradiciones culturales prehispánicas se constituyen en una de las razones de la radicación del complejo coca- cocaína en las regiones andinas, existe otro elemento propiciatorio de la rápida instalación de narcotráfico en Sudamérica: es el vinculado a la realidad estructural de los países de la región. Ambas cuestiones explica por qué el Cono Sur se ha visto comprometido en el proceso de multinacionalización de dicha actividad. En cuestión de pocos años la narcoactividad se constituyó en una amenaza multidimensional que afecta a las sociedades, a la política, a la economía y a la seguridad nacional de cada estado. (3)
En la década de los 90, los países sudamericanos, profundizarán la política de reestructuración estatal y de privatización. El modelo de apertura comercialista y el rápido proceso de integración regional son imperativos que la post guerra fría impone a los estados para insertarse en el mundo globalizado.
El impacto de los cambios va a producir modificaciones en las estructuras políticas y sociales de los estados de la región. Una de las consecuencias más evidente de los ajustes estructurales es el aumento de la pobreza y el desempleo en amplios sectores de las sociedades sudamericanas.
Esta reestructuración sobre el ordenamiento social y político da lugar a un cuadro de situación similar en todos los países de la región:
• Ampliación de los sectores sociales excluido del mercado laboral y de consumo.
• Debilitamiento de los controles en áreas territoriales estratégicas como son las zonas fronterizas, los controles aduaneros y financieros.
• Ausencia de políticas públicas destinadas a contener a los sectores marginados.
El narcotráfico, constituido en organización económica ilegal, vía el complejo coca- cocaína, posee los medios necesarios para penetrar en la sociedad y en sus economías. Se constituye en un fenómeno que pueden llegar a condicionar la vida de, regiones y de países enteros.
Como empresa multinacional, con características peculiares, es una actividad económica que opera desde territorios nacionales, convirtiéndose en un actor clave dentro de ellos. Funciona en el marco de una relación contradictoria: la empresa ilegal se fortalece en proporción inversa al debilitamiento del Estado nacional sometido a políticas de ajuste estructural.
Además, el narcotráfico aprovecha, en su beneficio, los progresos que utiliza la economía legal: organización, comunicación, transporte y el sofisticado circuito financiero, al servicio del comercio internacional de drogas, vinculando rápidamente al sector de la producción con el sector consumidor. Se advierte la reproducción de las relaciones del sistema legal en todas sus etapas:
• Productor- propietario.
• Trabajador- indígena- marginado.
• Profesionales de laboratorios
• Estructura Administrativa.
• Estructura Militar.
El aparato militar está destinado a mantener el control de las áreas productoras. En Colombia y Perú, luego de un período de enfrentamientos por el dominio del territorio, el narcotráfico se ha vinculado con la guerrilla en territorios virtualmente liberados ya que, desaparecido la potencia que alimentaba su postura ideológica y su logística, resignaron la lucha por la toma de poder, buscando sobrevivir a partir del cobro de impuestos a los narcotraficantes o convirtiéndose en el suministrador de seguridad y protección para las actividades ilegales.(4)
Por otra parte, la vinculación del narcotráfico con personajes políticos le permite ser parte, aunque solapadamente, en el proceso de toma de decisión estatal en un tiempo de aceleradas y profundas transformaciones. La corrupción que devino de los procesos de reestructuración estatal y privatización, en parte, es potenciada por el narcotráfico para vincular sus intereses a las estructuras del Estado. No sería descabellado pensar que por vía de la solidaridad con la guerrilla, en el control de parte del territorio se pretendiera tomar por asalto el poder estatal.(5)
Desde el punto de vista de la ocupación territorial el narcotráfico asume un rol de organizador social del territorio bajo dominio. Trata de dar respuesta a las demandas laborales, sociales y de seguridad de los sectores excluidos que no están comprendidos dentro de las políticas públicas del Estado nacional, es por ello que los narcotraficantes adquieren, para el imaginario de las poblaciones marginales, esa suerte de personificación del héroe benefactor que se le atribuyó a Pablo Escobar en Colombia. (6)
Es obvio que la debilidad de nuestros estados potencia su vulnerabilidad frente al narcotráfico y deja a aquél en posición comprometida para enfrentar a un actor que acrecienta su poder mediante el comercio global. En suma, su naturaleza transnacional, no respeta fronteras y pone a las autoridades nacionales en una tremenda desventaja para enfrentarlo.
1.2 EL NARCOTRÁFICO EN LA AGENDA HEMISFERICA
Abordar la problemática en el marco de instituciones hemisférica ha sido un importante paso de cara a buscar mecanismos de concertación diplomática y cooperación. Se ha asumido que, en la lucha contra el narcotráfico, todos los países están comprometidos por cuanto esta problemática alcanza a todos, en mayor o menor mediada.
Tal es el grado de importancia que tiene la problemática a nivel Continental que la OEA, en 1986, reunió la Conferencia Especializada sobre el narcotráfico en Río de Janeiro. Allí se creó el Programa Interamericano de Acción de Río de Janeiro, en el que se reconoce la corresponsabilidad de los países del Hemisferio en el tráfico de drogas. Estados Unidos, por su parte, se comprometió a accionar en el mercado de la demanda.
Más tarde se creó la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), en Guatemala. El objetivo fijado era el de eliminar el narcotráfico del Continente mediante la cooperación hemisférica.
Por otra parte, la problemática del narcotráfico fue receptada en el sistema de Cumbres establecidas en la post guerra fría para tratar los grandes temas hemisféricos. En la Cumbre de las Américas realizada en Miami, en 1994, se fijó en el marco del Plan de Acción una Estrategia Antidrogas para el Hemisferio. En ella se advertía seriamente sobre la amenaza que representa el narcotráfico para las sociedades, las instituciones estatales y las economías nacionales debido a que "El uso de drogas impone enormes costos sociales, el dinero y los ingresos de los estupefacientes constituyen una pérdida neta para el crecimiento económico y los cabecillas de la droga y las organizaciones criminales ponen en peligro la seguridad de nuestros pueblos a través de la corrupción, la intimidación y la violencia".
En este Plan se reclama un enfoque "integrado y equilibrado que incluye el respeto a la soberanía nacional" y que promueve una estrategia multidisciplinaria y coordinada para lograr:
a. reducción del consumo
b. reducción de la producción
c. métodos de aplicación de leyes para "desintegrar" redes de narcotráfico y el lavado de dinero.
En la Cumbre de Santiago, en 1998, se solicitó la continuación en los esfuerzos multilaterales para la aplicación de la Estrategia Antidrogas, como alianza basada en "reciprocidad, responsabilidad compartida, integralidad y equilibrio en el tratamiento del tema, de conformidad con sus respectivos ordenamientos jurídicos". En esta Cumbre se propuso la creación de un mecanismo de evaluación multilateral para el seguimiento individual y colectivo de los esfuerzos de los países. Denominado Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM), se creó en el marco de la CICAD. Surge como la solución a la controvertida estrategia norteamericana de certificación unilateral.
Los objetivos establecidos en el Plan de Acción de la Cumbre de Santiago fueron:
a. Prevenir el consumo de drogas y eliminar los estímulos financieros del tráfico de drogas.
b. Cooperar en áreas como la colección y análisis de datos, capacitación técnica y científica, homologación de sistemas de medición de consumo.
c. Actualizar mecanismos de cooperación en materia de persecución penal de los responsables del tráfico de drogas.
d. Eliminar los cultivos ilícitos y promover el desarrollo alternativo.
Finalmente, en la Cumbre de las Américas de Québec se reiteró la necesidad de intensificar los esfuerzos para lograr la plena aplicación de la Estrategia Antidrogas desde una perspectiva multilateral e impulsando la aplicación del MEM a partir de la puesta en marcha de los cuestionarios necesarios para llevar adelante la evaluación. Se fijó, entonces, que los países suministrarán datos en respuesta a un cuestionario estándar aprobado por CICAD. Los indicadores diseñados para el cuestionario se dividen en cinco categorías:
• Planes y estrategias nacionales
• Prevención y tratamiento
• Reducción de la producción de drogas
• Medidas de vigilancia del cumplimiento de la ley
• Costo del problema de las drogas
Este instrumento servirá para medir los esfuerzos nacionales y hemisféricos así como los resultados de la lucha contra las drogas en el circuito de producción- tráfico- consumo- lavado de dinero, en tanto "Pueden rendir información sobre la medida en que las naciones alcanzan las metas en una amplia variedad de aspectos, incluido el desarrollo de estrategias y planes nacionales de lucha contra las drogas, operaciones de decomiso, creación de programas de prevención y rehabilitación, reducciones de la producción de cultivos ilícitos, desvío de precursores químicos, prevención del lavado de dinero y tráfico de armas, entre otros".
Si bien es cierto que no se establece sanción alguna para el incumplimiento del mecanismo, representa una apelación a la responsabilidad de cada estado y es una avance concreto en dirección a combatir al narcotráfico de manera multilateral. En suma, es alternativa a la estrategia unilateral y orientada, centralmente, al sector de la producción prevista por la visión norteamericana.
1.3. EL NARCOTRÁFICO: UN DESAFIO PARA LA AGENDA DEL MERCOSUR
Los países del Cono Sur sometidos al duro ajuste estructural, dan cuenta del estrechamiento paulatino de sus márgenes de maniobra para la toma de decisión en importantes áreas de las políticas públicas.
Comprometidos sus patrimonios nacionales por abultadas deudas externas y enajenado mucho de sus recursos tras los procesos de privatización apresurada, los Estados aparecen en condiciones comprometidas para enfrentar organizaciones provenientes de las actividades del narcotráfico, poderosas en sus recursos logísticos y operativos, interconectadas con sus similares planetarias y con otras organizaciones criminales como las del tráfico de armas, lavado de dinero, corrupción, etc. Las Naciones Unidas han denominado a estas organizaciones como "sindicatos del crimen", señalando que en sus arcas han ingresado alrededor de 1.5 billones de dólares.
El lavado de dinero se ha convertido en el núcleo duro de las organizaciones ilegales, en la etapa financiera o de la narcoeconomía. La actividad del lavado de dinero es entendida como el traspaso de los dividendos de las actividades ilícitas al circuito financiero legal a través de los mercados financieros. "Los últimos casos que ganaron estado público revelan grandes operaciones de narcolavado en nuestro país por parte de los carteles de la droga mexicano y colombiano, que comprometen también a empresarios y financistas locales... En la Argentina, según los cálculos del FMI, el lavado de dinero trepa a alrededor de 6 mil millones de dólares anuales"(7)
En Sudamérica, el narcotráfico ha seguido los pasos abiertos por la economía legal en el proceso de transnacionalización. Extiende así sus actividades fuera del territorio nacional uniéndose en la red horizontal del mercado mundial de la narcoeconomía.
Una de las características del narcotráfico es su versatilidad y flexibilidad para adecuarse a las circunstancias. Esto le ha permitido eludir las regulaciones nacionales, los procedimientos policiales y judiciales y, en el caso regional, la posibilidad de trasladar las estructuras de suministro, modificar las rutas de tráfico y afincar sus estructuras burocráticas y de seguridad en nuevos territorios ante la presión ejercida en el proceso antidrogas desarrollado en Colombia, sobre todo, por parte de Estados Unidos.
El Plan Colombia surge como un imperativo de los Estados Unidos a fin de reducir el flujo de drogas a su territorio puesto que el 80 % de la cocaína proviene del país sudamericano. Además la situación de crisis vinculada con la combinación narcotráfico- guerrilla- paramilitares torna a Colombia en "un factor de desestabilización en la región. Además, porque al igual que el gobierno de Colombia, considera que el narcotráfico alimenta a todos los actores del conflicto armado"(8).
La implementación del Plan Colombia ha dejado al descubierto la contracara de la lucha contra el narcotráfico puesto que, frente a la presión sobre las zonas productoras del Colombia, se está produciendo un retorno de la actividad hacia los países que, hasta no hace mucho, fueron muestra exitosa de los procesos de erradicación: Perú y Bolivia. Hoy, esos centros de producción, irradian su acción sobre los espacios vecinos potenciando la actividad de tráfico y lavado de dinero en Chile, Argentina y Brasil. Todos ellos, estados que ofrecen flancos débiles debido a las vulnerabilidades originadas en los procesos de transformación descriptos con anterioridad. (9)
En 1999, la DEA advirtió sobre la posibilidad de un el fuerte crecimiento del tránsito y el consumo de drogas en los países del Cono Sur. Hoy, el avance del narcotráfico en nuestro país es una realidad insoslayable toda vez que ha dejado de ser un mero corredor de transporte de droga hacia Estados Unidos o Europa para convertirse en un territorio soporte del comercio de narcóticos y de lavado de dinero proveniente de sus actividades.
Un interesante trabajo desarrollado por la investigadora brasileña Lía Osorio Machado, sitúa el espacio geográfico a través del cual se estructura el complejo coca-cocaína en nuestro Cono Sur. Señala que: "Los principales sectores productores de coca se encuentran en la parte occidental de la gran cuenca del Amazonas, en los valles altos y medios de sus tributarios y afluentes (Huallaga, Ucayali y Apurimac en el Perú; Beni y San Miguel en Bolivia; y Putamayo, Caquetá y Vaupés en Colombia."(10) El tráfico de drogas fluye por las mismas vías, en general, por los que pasa la mercancía legal. De tal manera que podemos individualizar tres grandes troncos de comunicación:
a. El de la cuenca hidrográfica del Amazonas.
b. El de la cuenca hidrográfica del Paraguay- Paraná.
c. El del nudo de Santa Cruz- Bolivia- que irradia hacia Argentina y Chile.
Según Osorio Machado, las dos primeras se han convertido en una alternativa del sistema intermodal para el tráfico de drogas debido a que esas cuencas se constituyeron, históricamente, en las principales vías de comunicación sudamericana.
A las vías de transporte terrestre y fluvial se agrega la vía aérea. Todas ellas unen las costas del Atlántico y del Pacífico tornando un hecho la discutida carretera transcontinental puesto que, más allá de las vías de transporte intercontinentales "formales", el narcotráfico se sirve de vías alternativas "informales". (11)
De esta manera, las redes tendidas del tráfico de drogas atan a Argentina con el resto de los países vecinos en una malla compacta y muestra con crudeza sus distintas facetas sin advertirse, como contrapartida en el ámbito gubernamental, el diseño de estrategias apropiadas para enfrentarlo.
Un análisis de los informes policiales e investigaciones periodísticas van dando cuenta del volumen de mercancías incautadas en Argentina, del aumento del mercado consumidor debido al "derrame" de las drogas no destruidas y de la existencia de lavado de dinero.
Resulta necesario, entonces, que los gobiernos concurran en un esfuerzo común para establecer mecanismos de coordinación frente a un enemigo que amerita, por las particulares características descriptas, una alianza regional antidroga. "La experiencia histórica enseña que: las naciones de América Latina que no reaccionaron con la severidad debida ante las primeras señales de la intensidad que empezaba a adquirir el flagelo de la droga pagaron un altísimo precio por su imprevisión. El narcotráfico se reveló, en muchos países, como una fuerza de terrible poder destructivo, que arrasa territorios y ocasiona daños físicos y morales a menudo irreparables a quienes caen en sus tentáculos."
En consecuencia, la zona más directamente amenazada es ahora la de los países que conforman el MERCOSUR. Es imprescindible, entonces, que los gobiernos comprometidos en el proceso de integración política de la región austral del Continente, adviertan el carácter transnacional de la organización económica ilícita y su proceso acelerado de radicación en los territorios nacionales vulnerables.
El Acuerdo MERCOSUR debiera ser el marco a través del cual se concerten mecanismos conjuntos, que contemplen el fenómeno desde una perspectiva integral, identificando las etapas del circuito económico ilegal de producción, procesamiento, tráfico, distribución y consumo, y diseñando las estrategias para enfrentarlo como un actor que muestra múltiples facetas, con características elusivas y de rápida relocalización frente a as actividades desarrolladas para erradicarlas.
CONCLUSIÓN
La industria del narcotráfico ha aumentado considerablemente en América Latina a partir de los años setenta, llegando a penetrar en la economía y la política del Continente. Las empresas ilegales latinoamericanas, centradas principalmente en el tráfico de drogas prohibidas (en la actualidad comercian con cocaína, marihuana, heroína e, incluso, drogas sintéticas), basaron su estrategia en una adaptación a las políticas de crecimiento orientado a la exportación. inspiradas en los modelos aperturistas de la post guerra fría. Esta situación es aprovechada por el narcotráfico para ocupar los espacios que resigna el Estado en puntos estratégicos de mapa territorial, con sociedades empobrecidas por la ausencia de las fuentes de trabajo debido a la desaparición de industrias privatizadas y el quiebre de las industrias regionales. De esta manera los factores que han concurrido favorablemente para la expansión del narcotráfico en los países de la región son:
• deficiencias graves en los sistemas y organismos de control aduanero y migratorio
• deficiencia en el control de las transacciones financieras y de inversiones para detectar procedencias dudosas
• ausencia de una legislación sobre el lavado de dinero,
• corrupción de estructuras policiales y políticas
Debido a su poder económico, el narcotráfico, acrecienta su potencia frente al Estado. Este fenómeno se convierte, dada las características particulares de los Estados de la Región, en una amenaza para la estabilidad de las instituciones democráticas, la integridad estatal y a la estabilidad regional. En suma, una amenaza a la paz y a la seguridad regional.
Los controles y acciones cada vez más rigurosos, desarrollado particularmente por Estados Unidos, que terminaron por establecer el Plan Colombia, sobre algunas áreas productoras, han llevado al narcotráfico a desplazarse hacia el Sur en la búsqueda de vías alternativas para sus negocios. Esto advierte seriamente a nuestros países sobre la necesidad establecer mecanismos de defensa colectiva frente a un enemigo común, a partir de acuerdos de cooperación multilateral para enfrentar esta amenaza de manera integral. Un Acuerdo de Defensa Común debiera prever políticas conjuntas de control y lucha contra la producción, comercio, lavado de dinero y delitos conexo, sin olvidar dos imperativos categóricos, sin los cuales todos los esfuerzos serán inútiles:
• Investigación de las cadenas de ilícitos del narcotráfico
• Modificación de las condiciones que favorecieron el desarrollo de la narcoeconomía en el Cono Sur.
Por lo tanto es necesario la búsqueda conjunta de estrategias basadas en la cooperación y en un intercambio intergubernamental para la capacitación, equipamiento e incorporación de tecnología, para enfrentar a un enemigo que cuenta con medios sofisticados para su protección y subsistencia.
Tal como los señala Heriberto Auel, la amenaza estratégica más importante para los países sudamericanos es el narcoterrorismo, se requiere entonces el fortalecimiento del Estado nacional para superarlo "la gravedad de la situación regional y la naturaleza transnacional de las amenazas estratégicas (las Américas son el natural y original espacio geográfico del narcoterrorismo) está exigiendo avanzar en dirección a la integración política, a partir de un Tratado de Defensa Común, que conlleva la necesidad de alinear las Políticas Exteriores de ambos países... el narcoterrorismo, operando sobre sociedades empobrecidas y Estados Nacionales débiles, con sus instituciones malversadas y sus sistemas políticos no consolidados"(12). La paradoja en la que nos hallamos es que, por imperativos de la globalización, se le exige al Estado que se reduzca y retire lo más posible del escenario público y, por otro lado, que combata más y mejor al narcotráfico, nos coloca, definitivamente, en la necesidad de: a) fortalecer al Estado nacional, como reaseguro necesario de la pervivencia de la comunidad y b) integrarnos en el marco subregional, en un esfuerzo común para no perecer frente a las poderosas organizaciones criminales.
Mgtr. María Cristina Montenegro
en colaboración con el Tte. Coronel Walter Molina
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Centro de Estudios Estratégicos "Centro República"
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(1) "A fines de los 60 se extendió el cultivo de marihuana en Colombia, en la zona de sierras próximas a Santa Marta... Los historiadores sociales informan que el descubrimiento del potencial de la marihuana se produjo por el entusiasmo que demostraron por la marihuana colombiana los jóvenes estadounidenses enviados a Colombia en los años sesenta por los Cuerpos de Paz... El mercado de marihuana estadounidense comenzó a ser suministrado por Estados Unidos. El condado de Humboldt, en California del Norte, pronto sobrepasó a Colombia como productor.. "Castells: 224)
(2) Un funcionario colombiano aseguró que las fumigaciones afectaron a 13.500 indígenas, en los últimos tiempos. La fumigación no sólo termina con la amapola sino "que enferma a la población, envena a los animales y contamina las fuentes de agua.. un grupo de legisladores y gobernadores colombianos opuestos a la fumigación se reunió en Washington con ONG ambientalistas y defensoras de los derechos humanos, informó Eleonore Starmer, portavoz de la ONG Grupo de Trabajo para América Latina.
Los políticos colombianos denuncian los riesgos sanitarios y ambientales de la fumigación, pese a que el Departamento de Estado estadounidense señala que la utilización del herbicida glifosato en la aspersión no daña la salud." Clarín 2-8-01
(3) "El incremento del área sembrada en cultivos ilícitos en los últimos años, pasó, según la Policía Antinarcóticos, de 25.600 hectáreas de coca en 1987 a más de 120.000 de coca y amapola en el 2000, a pesar de las fumigaciones; esto muestra claramente que la dinámica de siembra es muy superior a la de erradicación. Por el contrario, la fumigación produce daños ambientales de magnitud en los ecosistemas frágiles del trópico y no ha sido eficaz para unos cultivos ilícitos que han mostrado una gran capacidad de trashumancia; lo acaban finalmente de reconocer los altos funcionarios norteamericanos" Virginia Montañés en Economía ilegal y narcotráfico en América Latina Madrid 1999
(4) 2 La guerrilla deja áreas marginales y se proyecta en las zonas más ricas en recursos naturales, aumenta considerablemente su capacidad de ingresos (impuestos a narcos, secuestros, etc). Va perdiendo el etho revolucionario al entrar en contacto con el narcotráfico, preserva su desdibujado proyecto político y continúa su avance hacia el poder nacional" Tokatlián: 41)
(5) "El lavado de dinero alcanza a mover alrededor de 900 mil millones de dólares anuales en los circuitos financieros internacionales. Esta cifra incluye, además de las ganancias del narcotráfico, el producto ilícito de fraudes bancarios, vaciamiento de empresas, contrabando, tráfico de órganos, transporte de vehículos robados, tráfico ilegal de armas, prostitución y fraudes contra la administración pública." La Nación Line Narcotráfico el enemigo común 2-2-99
(6) Al igual que están vinculada a diferentes capas de la sociedad, la economía ilegal impregna los mecanismos estatales llegando algunas organizaciones a asumir, en ocasiones, competencias propias del Estado en aquellas zonas donde éste es débil o inexistente. Ejemplos de ello son el programa de viviendas y servicios sociales para pobres que financió Pablo Escobar en Medellín (Colombia), o en el desarrollo de las favelas en Sao Paulo y Río de Janeiro (Brasil), donde los servicios sociales dependen en cierto sentido de la economía de las drogas" Clarín digital Ramificaciones del narcotráfico 12-12-99
(7) La Nación Line Narcotráfico el enemigo común 02-02-99
(8) Pastrana, con el apoyo de Estados Unidos "pretende combatir el narcotráfico con un presupuesto de 7.500 millones de dólares en cinco años. Unos 4.000 millones serán aportados por el Estado colombiano y el resto por varios países, entre ellos los 1.300 millones que pone EE.UU.. De los 1.300 millones de dólares de EE.UU., 1.000 millones irán a helicópteros, entrenamiento militar y armamentos. El resto irá a reforzar el Poder Judicial, a cursos de derechos humanos para las fuerzas militares y a desarrollo alternativo". Clarín 18-08-01
(9) "Los últimos casos que ganaron estado público revelan grandes operaciones de narcolavado en nuestro país por parte de los carteles de la droga mexicano y colombiano, que comprometen también a empresarios y financistas locales" La Nación Line Narcotráfico el enemigo común
(10) cfr. Lia Osorio Documento de Debate Nro. 2
(11) "No sabemos a ciencia cierta hasta qué punto la economía de la droga ha contribuido directa o indirectamente a su construcción paulatina . Un aspecto fundamental es que en América del Sur ni la red de transporte aéreo ni la de transporte terrestre están restringidas a las vías intercontinentales o los aeropuertos oficiales." Lía Osorio Machado op. cit.
(12) Heriberto Auel Revisión del Sistema de Seguridad Interamericano III Encuentro Nacional de Estudios Estratégicos- Buenos Aires 2000
Fuente: http://www.enee.ser2000.org.ar/ponenciasiv/montenegro.htm