Metanfetaminas

Publicado en Química Forense

Metanfetaminas

Un documento de inteligencia estadounidense revela que el gobierno mexicano, ante su propia incapacidad para contener el tráfico de precursores químicos de metanfetaminas desde otros continentes, aceptó aplicar dentro de su territorio las leyes antiterroristas del vecino país.

El reporte, titulado Microgram y distribuido entre los círculos de mando de la agencia federal antidrogas (DEA), detalla cómo desde hace un par de años los cárteles mexicanos que dominan la producción y el tráfico de metanfetaminas rebasaron la capacidad de las autoridades mexicanas y obligaron a éstas a recurrir al auxilio de Washington.

Del documento se desprende que mediante esa cooperación podrían incluso estarse violando normas mexicanas —sobre todo la que protege el “secreto bancario”, establecido por el artículo 117 de la Ley de Instituciones de Crédito— al aplicarse la ley estadounidense conocida como el Acta Patriótica, que promulgó por el presidente George W. Bush el 26 de octubre de 2001, a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre.

El informe Microgram es claro sobre el alcance de las acciones estadounidenses: “La DEA también trabaja de manera cercana con el Departamento del Tesoro a través de su Red de Combate a Delitos Financieros (Financial Crimes Enforcement Network, Fincen) y de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (Office of Foreign Assets Control, OFAC) para identificar las oportunidades de aplicar sanciones regulatorias y de confiscación de bienes de organizaciones del tráfico de drogas de México”.

Y subraya: “Por medio de estas operaciones de aplicación de la ley, análisis del Acta del Secreto Bancario y otros expedientes financieros, podemos identificar el movimiento de fondos provenientes de la venta de drogas”.

La presunta violación de leyes financieras mexicanas comenzó desde 2004, durante el sexenio de Vicente Fox, y cumple con las expectativas de la DEA. De hecho, esta agencia estadounidense puso como ejemplo de la cooperación binacional la confiscación de 205 millones de dólares que elementos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) encontraron el 15 de marzo pasado en una residencia del empresario chino, naturalizado mexicano, Zhenli Ye Gon, en la colonia Lomas de Chapultepec, Distrito Federal.

“Nosotros desarrollamos todo el sistema y el operativo de inteligencia que concluyó en el descubrimiento del dinero en la casa de la Ciudad de México”, dijo Rusty Payne, uno de los portavoces de las oficinas centrales de la DEA en Washington.

Procedente de la venta de precursores químicos de China a varios cárteles mexicanos, esa fortuna en efectivo es hasta ahora la mayor que se ha confiscado en la lucha contra el crimen organizado en el mundo, pero el informe de la DEA hace ver que sólo es una migaja de las ganancias por ventas de materia prima para elaborar y vender metanfetaminas.

“Un estudio de la DEA determinó que en México circuló —entre 2003 y 2004— un exceso de dólares en efectivo que no pueden ser catalogados de procedencia legítima, y cuyo monto osciló entre 9,200 millones y 10,200 millones”, enfatiza el reporte, y aclara que éstas son sólo “cantidades que lograron detectar”, pero estima que la venta de metanfetaminas, heroína, cocaína y mariguana reditúa a los narcotraficantes mexicanos ganancias anuales de por los menos 22 mil millones de dólares.

Sobre las actividades de las instituciones estadounidenses, el documento Microgram especifica: “Nuestros esfuerzos de identificación se concentran en agencias y agentes de remesas financieras de México, quienes son cómplices en el movimiento de dinero procedente de la venta de las drogas.

“Para realizar esta estrategia —continúa el informe—, la DEA a través de la OFAC instituyó varias iniciativas nacionales que ubican al tráfico de dinero y la remisión de dinero procedente del narcotráfico por medio de giros y transferencias bancarias electrónicas”.

El Proyecto Prisma

La aplicación del Acta Patriótica estadounidense en México para detener el financiamiento de las redes del narcotráfico —consideradas como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos— se logró con la incorporación de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en el llamado Proyecto Prisma, creado por iniciativa de la DEA en marzo de 2004, para impedir que los precursores químicos para la elaboración de metanfetaminas lleguen a Norteamérica desde China.

En el Proyecto Prisma participan, además, otras tres organizaciones de investigación internacionales y los gobiernos de 95 países. Su centro de operaciones está en Hong Kong y, según declaró la administradora de la DEA, Karen Tandy, el 21 de junio pasado ante el Subcomité del Hemisferio Occidental sobre Asuntos Antinarcóticos y Cuerpos de Paz, las agencias internacionales del proyecto “envían con regularidad a Hong Kong equipos de investigación para el intercambio de información”.

Eso, dice la funcionaria, ha hecho posible la confiscación de “numerosos” cargamentos de efedrina y seudoefedrina provenientes de la industria china y etiquetadas como antigripales, que son la base para la elaboración de drogas sintéticas en los “superlaboratorios” de los cárteles mexicanos.

Y es que las organizaciones criminales chinas han aumentado sus ganancias al convertirse en los principales proveedores de precursores químicos de estas drogas, pues —con base en investigaciones hechas durante los ya más de seis años del mandato de George W. Bush— la DEA sostiene que los narcotraficantes mexicanos surten el 80% de las metanfetaminas que se consumen en Estados Unidos y que dichos estupefacientes ya tienen mayor demanda que la cocaína, la heroína y el crack.

“Conforme a la lista del programa Objetivos Prioritarios de Organizaciones (criminales) Consolidadas (Consolidated Priority Organization Target, CPOT) se ha identificado a ocho de las 46 organizaciones involucradas en el tráfico de metanfetaminas, siete de estas ocho son mexicanas”, afirmó Tandy en su ya mencionada declaración ante el Congreso.

Consultado al respecto, el portavoz de la DEA, Rusty Payne, se niega a señalar a las siete organizaciones criminales mexicanas que según Tandy controlan el tráfico de metanfetaminas. Pero apunta: “No se perdería una apuesta si entre las siete se menciona al cártel de los Arellano Félix, al de Joaquín El Chapo Guzmán, o al de (Vicente) Carrillo Fuentes”.

A diferencia de lo que se ha dicho en México a raíz del descubrimiento del dinero en la residencia de Ye Gon, él no es el principal proveedor de precursores químicos para los narcotraficantes mexicanos, ni el más importante: “China es el líder mundial en el tráfico de precursores químicos. Es una nación enorme donde la industria química y farmacéutica factura de manera irregular sus productos, por lo que la empresa de Ye Gon es apenas una parte del gigante. Son muchos los criminales chinos que en México han descubierto la mina de oro”, anota Payne.

La DEA sostiene que el espectacular decomiso de dinero a la organización de Ye Gon es resultado de la efectividad del Proyecto Prisma, en especial de la reunión de febrero de 2005 en Hong Kong, con agentes de la AFI. Ahí las agencias se comprometieron a desarrollar sistemas de cooperación con bases de datos, a fin de construir un consenso para intercambiar información sobre preparaciones farmacéuticas que contengan efedrina y seudoefedrina, lo mismo que otros precursores, como anabólicos.

Tandy aseguró al Subcomité de la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense que, gracias a este compromiso, en diciembre de 2005 las autoridades mexicanas confiscaron en el puerto de Manzanillo un cargamento de 3.2 toneladas métricas de seudoefedrina (5.1 millones de tabletas). La sustancia estaba oculta en mil 260 cajas que supuestamente contenían ventiladores eléctricos procedentes de China.

Superlaboratorios

La Oficina de Política Nacional para el Control de las Drogas de la Casa Blanca, que dirige John Walters, estima que cada año los estadounidenses gastan 65 mil millones de dólares en la compra de drogas ilícitas. Y la DEA sostiene que por lo menos el 90% de todas las drogas que llegan a Estados Unidos entran por la frontera mexicana.

Según Payne, desde hace unos cinco años los consumidores estadounidenses prefieren las metanfetaminas a otros enervantes “porque son más baratas... vienen de México y son de una pureza muy alta”.

El informe Microgram asegura que desde 2002, cuando el gobierno de Estados Unidos detectó el crecimiento en la demanda de metanfetaminas, erradicó el grueso de los laboratorios establecidos en ese país para la elaboración de drogas sintéticas. Esa labor duró poco más de tres años.

“Existen todavía varios laboratorios de metanfetaminas en varios puntos del país, sobre todo en California y en la región del Medio Oeste, aunque hay que establecer que en su mayoría estos laboratorios son parte de las redes de operación del narcotráfico de México”, establece el reporte.

Y es que los gobiernos de ambos países sostienen que los narcotraficantes mexicanos construyeron y equiparon “superlaboratorios” con el dinero que ganaron con la venta de metanfetaminas en Estados Unidos. La tarea de localizar esos laboratorios forma parte de los nuevos lazos de cooperación establecidos desde hace al menos dos años entre la DEA y la Procuraduría General de la Republica (PGR), según Microgram.

Uno de los métodos más efectivos para ubicar esos centros de producción de metanfetaminas consiste en seguir la ruta de los precursores químicos procedentes de Asia, África, Europa y Oceanía. Para ello se formaron en la DEA los Equipos de Laboratorios Clandestinos (CLT), dedicados a recabar información de inteligencia a través de tecnología satelital que les proporcionan el FBI, la CIA y el Pentágono.

Además, como México no cuenta con personal especializado en el combate a las drogas sintéticas, desde hace seis años la DEA ha proporcionado entrenamiento a elementos de la PGR en la aplicación de procedimientos judiciales, desmantelamiento de laboratorios clandestinos y detección de productos químicos y farmacéuticos ilícitos. “Desde 2001 hemos dado entrenamiento y preparación a más de 450 agentes de la AFI y de la SIEDO”, asegura la agencia antinarcóticos de Estados Unidos.

El informe Microgram enlista más de un centenar de productos químicos en tabletas que contienen importantes proporciones de efedrina y seudoefedrina, y que gracias al rastreo de los CLT se han decomisado apenas llegan a puertos estadounidenses, pues éstos forman parte de la ruta principal para los precursores químicos que se dirigen a los centros de producción de metanfetaminas en México.

La DEA señala que las rutas favoritas de los traficantes chinos de precursores químicos incluyen los puertos de Long Beach, California, y de Hawai. A este puerto los precursores llegan a bordo de naves mercantes que generalmente no están sujetas a inspección en los puntos de carga y desembarque.

“Tomando en cuenta que la metanfetamina es la droga con más demanda en Hawai, y por la facilidad que representa enviar drogas desde este estado a los demás en Estados Unidos, dado que no está sujeta a inspecciones rigurosas al ser etiquetado como comercio nacional, los narcotraficantes mexicanos han instalado laboratorios clandestinos en Hawai, donde convierten los precursores químicos que reciben de China y otros puntos asiáticos, en tabletas de metanfetaminas de una pureza muy alta”, se dice en Microgram.

Como un ejemplo de la gran capacidad de los laboratorios de metanfetaminas establecidos por los narcotraficantes mexicanos, Payne afirma que “tienen la capacidad de producir hasta 4.5 kilos de metanfetaminas por cada cocinada”.

Explica el vocero de la DEA: “La seudoefedrina tiene una conversión de uno a uno; es decir, para producir un kilo de metanfetaminas se necesita un kilo de seudoefedrina, pero como las tabletas contienen otros ingredientes, se tienen que extraer éstos de cada tableta, lo que resulta en la obtención de muy pocos miligramos de seudoefedrina. Esto quiere decir que si por cada cocinada los narcotraficantes mexicanos pueden producir 4.5 kilos de metanfetaminas, por lógica están recibiendo cantidades incalculables y sorprendentes de tabletas que contienen efedrina y seudoefedrina”.

Para colmo, dice Payne, “cada superlaboratorio tiene la capacidad de producir varias cocinadas en un período de 24 horas”.

Fuente: http://blogotitlan.com/noticias/2007/04/17/metanfetaminas_mas_lucrativas.html

Fuente de imagen: http://i.esmas.com/image/0/000/005/626/370x270pill.jpg

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