Taponamiento cardiaco por herida de arma blanca
El caso que nos ocupa es el de un varón de 27 años de edad, que sufre una agresión con arma blanca en región precordial. Según testigos presenciales, tras el ataque asciende, por su propio pie, hasta la segunda planta del edificio usando la escalera del mismo.
En el examen externo presenta hábito caquéctico, rigidez cadavérica completa, mancha verde abdominal incipiente en fosa ilíaca derecha; así como, livideces en plano posterior que no modifica su tonalidad cromática a la digitopresión.
En región mamaria izquierda, entre la 4ª y 5ª costillas, paraesternal, se observa un orificio ovalado de 2,3 cm de ancho y de dirección perpendicular al eje longitudinal de cuerpo. En dicho orificio cabe diferenciar un ángulo romo (interno) y un ángulo agudo (externo). Este último presenta una "Cola" que indica la dirección oblicua del filo del arma. No se observan otras heridas o lesiones de lucha o defensa.
En el examen interno, realizado según técnica Virchow, se aprecia orificio en músculo pectoral izquierdo con infiltrado hemorrágico. Tras retirar la parrilla esternocostal se comprueba la existencia de pequeño hemotórax (150 cc).
El saco pericárdico aparece distendido y de coloración oscura con una pequeña solución de continuidad en posición central del tercio superior. Una vez realizada la disección pericárdica se evidencia la existencia de un gran coágulo sanguíneo que abraza completamente la víscera cardiaca.
Una vez retirado el material hemático, aparece una incisión de apenas 1 cm en la cara anterior del ventrículo derecho, con infiltrado hemorrágico perilesional, por encima del surco auriculoventricular, que diseca el músculo y alcanza la pared de la aorta, interesando todas sus capas. La lesión aórtica tenía una anchura de 1 cm de ancho con hemorragia en adventicia.
COMENTARIO.
La hemorragia en el interior del saco Pericardico puede ser debida a la rotura del propio corazón tras un infarto, a la rotura de un aneurisma aórtico o a una herida por arma blanca que afecte al corazón (1). Las heridas por instrumentos penetrantes alcanzan con mas frecuencia el ventrículo derecho (2), como ocurre en este caso.
El hemopericardio ocurre, en el caso de heridas penetrantes, tras la salida de sangre al saco pericárdico. La sangre no puede salir a través de la herida del pericardio y a continuación ocurre el taponamiento cardiaco (3).
En condiciones normales, la cavidad pericárdica contiene unos 15-30 ml de líquido y la presión intrapericárdica oscila entre 0 y –3 mm de Hg. Inicialmente aumentos paulatinos de volumen no se acompañan de aumentos de presión intrapericárdica debido al volumen de reserva de la cavidad; pero una vez sobrepasado éste, pequeños aumentos de volumen implican grandes aumentos de presión (4). Este mecanismo explica el tiempo transcurrido entre la agresión y la muerte.
La cantidad de líquido que puede originar un taponamiento en casos agudos es de unos 200 ml. En derrames crónicos se puede acumular hasta 2000 ml (5).
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA
- Anderson JR: El corazón. En: Anderson JR. Patología de Muir. Reimpr. 1979. Edit Espax SA. Barcelona 1979. Pp 437.
- Castellano Arroyo M: Consecuencias de los traumatismos según regiones. En: Gisbert Calabuig JA. "Medicina Legal y Toxicología". Editorial Salvat, 4ª edición. Barcelona 1991. pp 370.
- Ebert PA: Pericardio. En: Sabiston DC. Tratado de Patología Quirúrgica de Davis-Christopher. Edit Interamericana. Madrid 1977. Pp 1782.
- Soler Soler J: Enfermedades del pericardio. En: Rozman C. Medicina Interna Farreras-Rozman. 13 edición. Mosby Doyma Libros. Barcelona, 1996. pp 2571.
- García Gil D. y col: Urgencias cardiológicas. En: García Gil D y col. Manual de Urgencias. Edit Daniel García Gil. Madrid 2000. Pp 144-147.
Fuente:
http://www.cica.es/aliens/amfa/cuadernos/revistas/2001/es/es_revista2001-23.html