Las pruebas de ADN revolucionan la Egiptología
Efe .- Los forenses de la popular serie de televisión “CSI” no han trasladado sus pesquisas a orillas del Nilo, pero en Egipto lo último para desvelar los grandes secretos de la arqueología es el uso de las pruebas de ADN. La momia de la reina Hatshepsut, identificada hace unas semanas, ha sido el primer caso en el que los test del código genético se han usado en Egipto para confirmar la validez del resto de pruebas.
“El estudio del ADN antiguo es parecido a la investigación forense, porque en ambos casos el objetivo es establecer identidades y vínculos familiares a partir de muestras degradadas y en mal estado”, aseguró a Efe Yehia Zakaria, científico del laboratorio de ADN antiguo, inaugurado el pasado mes de abril en el Museo Egipcio. El experto está entusiasmado con el proyecto: “Éste es el primer laboratorio de ADN antiguo en Egipto. Queremos que sea un centro de referencia mundial, de cooperación internacional con otros laboratorios y de formación de jóvenes investigadores”.
Según Zakaria, “las pruebas de ADN consisten en abrir el libro de la vida del ser vivo y sirven para identificar personas o piezas. Pero también contribuyen a dar respuesta a otras cuestiones como las condiciones medioambientales en las que vivió el sujeto o las enfermedades hereditarias”. Pero la realización de las pruebas no es una labor sencilla.El primer paso es seleccionar la muestra que se toma, principalmente de dientes y huesos, aunque para empezar a trabajar con ella hay que limpiarla, porque suele estar contaminada. Los investigadores intentan no tomar nunca muestras del rostro de la momia para evitar daños en piezas que más tarde se expondrán al público. Una vez tomada la muestra, la amplifican miles de veces para obtener copias que permitan construir la cadena de ADN. “Cuando logramos construir la cadena, suele estar fraccionada, degradada y hay partes perdidas. Los resultados finales pueden tardar entre tres y seis meses”, añade. Pero no todos son tan optimistas como Zakaria respecto a la fiabilidad de esta técnica.
Entre sus detractores se encuentra nada menos que el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades egipcio, Zahi Hawass, quien dijo a Efe que este método “no es útil en absoluto, porque tiene un margen de error del 40 por ciento”. En opinión de Hawass, sin cuya autorización no se mueve una piedra en Egipto, la aplicación de las pruebas de ADN da pie a la “especulación” respecto a algunos datos como, por ejemplo, el lugar de origen de los restos analizados. “Un laboratorio japonés puede llegar perfectamente a la conclusión de que la momia que estudian es japonesa”, dijo Hawass para ilustrar su argumentación.
Zakaria matizó esta cuestión y aseguró que los resultados de los test de ADN son “cien por cien seguros para establecer la identidad y los lazos familiares del objeto de estudio”, pero que a través de ellos no se pueden extraer conclusiones generales. “Las secuencias de ADN están totalmente verificadas.
El problema no está en la fiabilidad de las pruebas, sino en su extrapolación”, añadió. Polémicas aparte, la aplicación de los métodos de la investigación forense se está extendiendo por todo el mundo. “La tecnología para la investigación anatómica forense está avanzando mucho en los últimos años y los estudios del ADN antiguo están floreciendo por todo el mundo apoyados en esas técnicas”, apunta el científico.
En estos momentos, el laboratorio, instalado en el sótano del Museo Egipcio, sigue investigando la momia de Hatshepsut así como a la de su abuela Nefertari. “Continuamos trabajando y estamos obteniendo datos muy prometedores, pero todavía son preliminares”, asegura Zakaria. En el laboratorio de ADN siguen a pleno rendimiento porque, como dice Naglaa Abdel Halim, investigadora en el equipo, “para un científico es un reto precioso resolver los secretos de la historia”.
Fuente: http://www.imperioromano.com/blog/?p=19