Palinología forense
Las pistas del crimen están en el polen
El primer caso de uso de palinología para resolver un crimen ocurrió en 1959.
Hace 17 años, la policía de Hertfordshire, en Inglaterra, encontró un cuerpo parcialmente quemado y abandonado en una cuneta.
Durante la investigación, las autoridades querían establecer si un determinado coche había estado en ese lugar. Para ello contactaron con los jardines botánicos de Kew Gardens, en Londres, cuyos responsables les pusieron en contacto con Patricia Wiltshire, una experta en botánica y ecología.
Ahora, gracias a esa primera experiencia y después de años colaborando con al policía, es considerada como una de las mejores forenses palinólogas del país.
En ese, su primer caso, Patricia, gracias a rastros de polen encontrados en la escena del crimen y en el coche, fue capaz de probar que el vehículo había estado involucrado en el crimen, lo que aseguró una sentencia.
Su experiencia y habilidad para conseguir pruebas botánicas la ha llevado a trabajar en algunos de los casos criminales más notorios de Reino Unido, como la muerte de las estudiantes de Soham Holly Wells y Jessica Chapman.
A pesar de que nunca ha sentido un interés especial en el campo forense, Patricia le dijo a la BBC Mundo que "siempre le ha obsesionado averiguar cosas".
Palinología y crimen
La palinología es una disciplina de la botánica dedicada al estudio del polen y las esporas.
Esta disciplina se puede aplicara en diferentes campos como la industria del petróleo, la historia de la vegetación, la taxonomía de las plantas y el calentamiento global, entre otros.
En el campo forense, "la palinología sirve para generar información útil sobre las circunstancias en las que ocurrió un homicidio; por ejemplo, cuánto tiempo lleva un cadáver en un lugar dado, si el cuerpo de la víctima fue transportado desde otro lugar y depositado intencionalmente en un escenario distinto y cuál es la relación entre un lugar u objeto determinado y el sospechoso, así como cuanto tiempo lleva el cuerpo sin vida", explicó la experta.
"A través de un minucioso análisis de la vegetación, también se puede determinar si la tierra de un lugar dado fue removida para enterrar un cadáver y cuándo ocurrió dicha remoción", añadió Wiltshire.
Disciplina antigua
Mucha gente piensa que la palinología forense en una disciplina nueva, pero nada más lejos de la realidad.
El primer caso bien documentado de uso de la palinología para resolver un crimen ocurrió en Austria en 1959.
Gracias a muestras de polen de especies de plantas vivientes y extintas encontradas en el barro adherido a los zapatos de un sospechoso de asesinato, se logró inculpar al mismo y ubicar el lugar exacto donde éste enterró a su víctima en las orillas del río Danubio.
La gran aplicación que tiene la palinología en la investigación criminalística se debe a que el polen y otros tipos de esporas producidos por las plantas están presentes en casi cualquier lugar y durante cualquier época del año.
Al ser transportadas por animales (mayormente insectos) y por el viento, estas diminutas partículas vegetales alcanzan casi cualquier objeto, al que se adhieren y en el que permanecen inalteradas por muchos años.
En el ser humano, el polen es frecuentemente encontrado en el pelo, la piel, la ropa y los zapatos.
"Se trata de construir fotografías del contacto que objetos e individuos han tenido con lugares", dijo la investigadora.
"Entonces, ¿es una especie de CSI?", le preguntó BBC Mundo.
"Bueno", contestó. "Sólo que CSI es tremendamente incorrecto."
Fuente: http://pepascientificas.blogspot.com/2011/07/palinologia-forense-las-pistas-del.html