Polen en las balas: nueva tecnología de rastreo
Durante un buen tiempo, el polen nos ha estado mostrando como y cuándo muere la gente. Microscópico y resistente, su estructura soporta los estragos del tiempo y trae a la actualidad información de miles de años atrás. Nuevos hallazgos de un grupo de universidades británicas liderado por la Universidad de Surrey, sugiere que muy pronto el polen podría relevar hechos clave sobre homicidios cometidos hoy día, al conectar a las víctimas de crímenes realizados con arma de fuego con sus victimarios, con la marcación indeleble en la munición.
Paul Sermon, de la Universidad de Surrey, condujo el grupo de investigadores que incluyó a las Universidades de Cranfield, Brunel, York y Brighton. Según explicó, la asociación de polen e investigación criminal tiene una larga herencia:
“Sabemos que los científicos forenses han usado el polen durante mucho tiempo para rastrear notas bancarias y otros ítems. Pero luego nos dimos cuenta de que el polen, en sí mismo, es bastante estable a la temperatura de la munición cuando es disparada... Esto abrió una perspectiva completamente nueva para nosotros”.
Cuando el gatillo es jalado y la explosión activada, la parte exterior de la vaina del cartucho se calienta hasta 90 a 100 grados Celsius durante una milésima de segundo. Las esporas del polen del lirio son bastante estables a esta temperatura y pueden resistir hasta 600 grados Celsius por períodos cortos.
El grupo inglés de investigación ha desarrollado un proceso nanotecnológico que provee al polen de una cobertura de titanio, silicio o zirconio. Las esporas del polen, agrupadas por miles, tienen “increíbles propiedades adhesivas” según dice Sermón y su tamaño y capacidad adherente las hacen virtualmente imposibles de remover. “Los fabricantes de munición podrían adherir una fina capa cerámica, lo que proveería una identificación para lotes de munición”, dijo el profesor Sermon, quien agregó que “si los fabricantes cambiaran la composición de la cobertura de la munición regularmente, se podría establecer cuándo fue fabricada”.
Los investigadores ingleses desarrollaron la manera de asegurarse de que el registro de la munición también marque a las personas que la manipulan. En una investigación policial, los oficiales podrían recoger cartuchos vacíos en el lugar donde fueron hechos los disparos, para determinar dónde fue comprada la munición.
Al crear una superficie de cartucho, las personas involucradas en el manejo de munición dejarían tras de si células de piel, ofreciendo la posibilidad de recuperar su ADN.
“Esencialmente, la cobertura ampliaría la retención de ADN de la persona que manejó los cartuchos. Si se usan guantes, las marcas se adhieren a los guantes, y luego se transfieren a la ropa”. Sermón explicó que intentos de remover las etiquetas están condenados al fracaso: “el polen en sí mismo mide entre 30 y 50 micrómetros, se pueden tener números más grandes, pero será muy difícil removerlos por completo, el proceso de remoción ocasionaría más bien que la persona quedara totalmente cubierta por el polen”.
De acuerdo con el profesor Sermon, hay mucho interés en la tecnología. Él describe el proceso nanotecnológico que crea las coberturas como un procedimiento barato, “pero para que una marcación de munición sea efectiva, se requeriría legislación internacional”.
Ha habido un movimiento internacional de presión por una legislación internacional sobre marcación de munición, liderada por Francia, Alemania, Suiza y Brasil, pero aún tiene que evolucionar hacia propuestas formales muy elaboradas o acuerdos de prohibición en el ámbito de Naciones Unidas.
Otra tecnología de punta es el proceso de micro-estampado, desarrollado en California, Estados Unidos. El micro-estampado es un código de barras diminuto que identifica al arma, la cual es estampada cada vez que una bala es disparada. Unido a los requerimientos de registro de armas, haría una conexión directa entre el comprador de armas de fuego y crímenes practicados con ellas. La tecnología, sin embargo, aún debe ser implementada.
En Suramérica, el fabricante brasileño de munición Companhia Brasileira de Cartuchos, CBC, usa tecnología de gravado con láser para imprimir códigos de identificación en las balas. El procedimiento fue adoptado en atención a una ley nacional de control de armas sancionada en 2003.
Cada día, de acuerdo con la International Network on Small Arms, IANSA, mil personas mueren por culpa de las armas. El sistema de registro con polen es un ejemplo de las tecnologías emergentes, disponibles para el marcado de armas. Tal vez, el día está cercano cuando las balas, cuando vuelen, no se desvanezcan sin dejar huella.
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http://www.infovisual.info/01/023_es.html