¿Qué es un insecto?
Insectos
Los insectos, además de ser los únicos artrópodos que pueden volar, son los primeros seres vivos que conquistaron el medio aéreo. Los fósiles de las primeras libélulas datan del Carbonífero, hace 360 millones de años. Los primeros pterosaurios (reptiles voladores) aparecieron en el Triásico, unos 200 millones de años después, y luego, en el Jurásico, a inicios del Cenozoico, hace 65 millones de años, surgieron las aves y los murciélagos (mamíferos voladores).
La mayoría de los insectos están adaptados para efectuar vuelos cortos. Por ejemplo, las abejas, que invierten mucho tiempo para obtener polen, se paran a descansar muchas veces y los grandes coleópteros, como el escarabajo rinoceronte, proporcionalmente muy pesados, sólo pueden realizar vuelos cortos. Pero, por supuesto, hay insectos que realizan vuelos prolongados; existe una especie de langosta migratoria que puede volar miles de kilómetros en busca de alimento, yla mariposa monarca recorre 4,000 kilómetros en su travesía desde Canadá a los bosques del centro de México.
Tratándose de precisión en el vuelo, habría que mencionar a la libélula, el único insecto que puede mover las alas en forma alternada y no simétricamente como todos los demás. Esto les permite una maniobrabilidad perfecta y la posibilidad de mantenerse suspendidas sin perder el control. Las molestas moscas también tienen sus habilidades: son muy ágiles, sólo ellas pueden volar hacia atrás e incluso panza arriba, como pequeños aviones acrobáticos.
¿Todos chiquitos?
Los insectos son un grupo extraordinariamente diverso. Presentan tamaños, colores, formas y conductas muy distintas. Estamos acostumbrados a que sean bastantes pequeños y la mayoría lo son. Por ejemplo, muchos escarabajos miden menos de un milímetro de longitud, pero en las zonas tropicales pueden alcanzar tamaños sorprendentes. Hay escarabajos que miden 17 centímetros y algunos insectos palo llegan a los 30 centímetros de longitud.
Hay insectos que pueden considerarse joyas vivientes por su aspecto deslumbrante y colorido. En Sudamérica vive un escarabajo de gran tamaño cuya superficie es de un color dorado espectacular, por lo que se le considera una mascota exótica y desgraciadamente está en peligro de extinción.
Todos los insectos cuentan con un fuerte esqueleto externo de quitina que les da forma, sostén y protección, pero también con un sistema esquelético interno compuesto de cámaras (invaginaciones) llenas de fluidos a presión que dan soporte a órganos y músculos. Los órganos de los sentidos de los insectos, para percibir la luz, la presión, el sonido, la temperatura y los olores, están casi en cualquier parte de su exoesqueleto, no sólo en la cabeza. Las cigarras, por ejemplo, tienen los oídos en el abdomen. Hay otros insectos que escuchan o huelen con las antenas (como las mariposas nocturnas), y las moscas tienen el sentido del gusto en las patas, así que pueden saber si algo es apetitoso con sólo parársele encima.
El cuerpo de los insectos está dividido en tres regiones: cabeza, tórax y abdomen. En la cabeza, que es la unidad central de procesamiento de la información, se localizan los ojos, las antenas y los aparatos bucales. Las partes de la boca de las diversas especies son muy distintas según la acción específica que desempeñen: mascar, cortar, chupar, absorber, perforar, raspar, lamer, engullir o cualquier combinación de éstas.
Todos los insectos tienen algún tipo de órgano especializado para captar la luz, aunque no todos cuentan con la misma capacidad de visión. Es probable que las libélulas sean las que tienen el sistema visual más desarrollado entre todos los insectos, pues su condición de cazadoras así lo exige. Además de sus dos enormes ojos compuestos, tienen otros, llamados ocelos, en distintas zonas de la cabeza. Otros hábiles depredadores con ojos grandes y prominentes son las mantis, no comen carroña sino insectos vivos, capturan a sus presas con sus patas delanteras y las matan y devoran con sus poderosas mandíbulas. Empiezan por la cabeza para nulificar toda posible resistencia. En cambio, los mansos y pesados escarabajos son herbívoros y tienen ojos poco desarrollados y pequeños; algunos incluso son casi ciegos.
Los insectos también aspiran aire para incorporar oxígeno a su metabolismo, pero no tienen pulmones. El aire entra a su cuerpo, gracias a la presión atmosférica, por una serie de orificios llamados espiráculos o estigmas, ubicados generalmente en los costados del abdomen.
Su sistema circulatorio es bastante sencillo. No tienen sangre ni venas, ni conductos por donde se desplacen fluidos. El interior de sus cuerpos se encuentra lleno de un fluido llamado hemolinfa que circula abierta y libremente llevando nutrientes a los distintos órganos.
Se presume que podría haber hasta 10 millones de especies de insectos.
Muchos insectos se ven mucho más peligrosos de lo que son y ésta es una defensa efectiva, pues los depredadores prefieren no enfrentarse con un bicho de aspecto muy amenazante. Cuando la molestan, la mantis religiosa puede adoptar, por ejemplo, una posición que la hace parecer enorme y sumamente agresiva: se yergue, despliega sus brillantes alas y dispone sus patas delanteras como si fueran terribles aguijones, aunque el daño que puede causar a un animal grande es insignificante. A la mayoría de las personas les horrorizan unos ortópteros llamados grillos topo, más conocidos en México como “cara de niño”; que pese a su desagradable aspecto, son absolutamente inofensivos.
Insectos
• Artrópodos pequeños. Los hay desde invisibles a simple vista hasta los que alcanzan 30 centímetros.
• Son hexápodos. Todos los insectos tienen seis patas, pero hay contados casos de artrópodos de seis patas que no son insectos.
• Tienen simetría bilateral. La cabeza indica la dirección del movimiento.
• Tienen un exoesqueleto de quitina que protege su cuerpo y extremidades.
• Sus patas también son rígidas, segmentadas y articuladas.
• Su cuerpo está dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen. Este último suele estar subdivido hasta en once segmentos.
• Generalmente nacen después de incubarse en un huevo (ovíparos), pero también los hay que salen del huevo casi inmediatamente después de la puesta (ovovivíparos). En algunas especies las crías nacen dotadas de completa movilidad (vivíparos).
• Algunas especies forman vastísimas colonias bien organizadas, como las hormigas, las termitas, las avispas y las abejas.
• La mayoría de los insectos abandonan los huevos y las crías quedan a su suerte, sin embargo hay especies que cuidan de su descendencia y es sorprendente que haya una especie de mosca que “amamanta” a sus crías.
• Muchas especies de insectos pueden volar. Son los únicos artrópodos que han podido conquistar el aire. La mayoría de los insectos voladores tienen sólo dos alas, las libélulas poseen cuatro.
• Cinco sextas partes de todas las especies de seres vivos conocidas pertenecen a la clase Insecta.
• Hasta ahora se han clasificado más de un millón de especies en cerca de 30 órdenes y casi mil familias, pero cada año se clasifican miles más.
Fuente: http://www.comoves.unam.mx/articulos/72_insecto/insecto1.html