Lo que es un asesino serial

Publicado en Criminología

Lo que es un asesino serial

Primero comencemos por definir lo que es un asesino serial (hay que hacer notar que Cho Seung-Hui NO es un asesino serial, es un asesino en masa).


La definición más aceptada es que se trata de una persona que comete tres o más asesinatos en un período de tiempo relativamente corto. La mayoría resulta ser un psicópata, entendido esto como la falta de empatía, la falta de conciencia, un control más bien pobre sobre las acciones y una prevalencia de actitudes manipuladoras. Esto redunda en que suelen ser personas que, a diferencia de los psicóticos, no pierden contacto con la realidad y pueden llevar vidas en apariencia perfectamente normales (no presentan pensamientos desordenados ni alucinaciones). Algunos psiquiatras han llamado a esto "la máscara de la sanidad". Pero, contrariamente a la opinión popular, rara vez se trata de personas genuinamente insanas, aun cuando por razones que se explicarán más adelante, muchos de ellos aleguen dicha circunstancia como atenuante.

Los antecedentes de estas personas suelen ser disfuncionales. Frecuentemente fueron víctimas de abuso sexual, físico o psicológico en su infancia, vienen de hogares destrozados o bien de bajo nivel socioeconómico y esto da como resultado un sentimiento de inferioridad. Esto, aunado a que por lo regular su situación no mejora en la edad adulta, provoca que usen sus crímenes como una "válvula de escape", un mecanismo compensatorio, que les da un sentimiento de poder y de venganza hacia, como dicen algunas canciones de hip-hop marginal, "una sociedad que no les ha brindado más que migajas". Pese a ello, su motivación no es económica, a diferencia de los matones a sueldo.

Otro rasgo que merece la pena anotarse es que, si bien no sufren alucinaciones, sí presentan un cuadro de fantasías recurrentes. Comúnmente dichas "fantasías" comienzan a tomar forma en la adolescencia, en la forma de sueños en vigilia. Sueñan con someter a otros, con aniquilarlos, con torturarlos, etc. Lo manifiestan de dos maneras:

1. Mediante la expresión escrita o gráfica, es decir, les gusta plasmar sus fantasías en un contexto tangible; y

2. Mediante el placer de observar descripciones gráficas o escritas de actos de naturaleza semejante, como violaciones, tortura, sadismo, etcétera.

Según J.M. MacDonald (1963), psiquiatra, existe una "tríada" de señales para identificar asesinos seriales en potencia, desde edad muy temprana:

1. Tendencia a la piromanía, por la simple emoción de destruir objetos.
2. Crueldad hacia los animales. Es importante recalcar que, aun cuando muchos niños disfrutan esta clase de actividades (por ejemplo, desprender las patas de las arañas), el psicópata en potencia prefiere realizar estas actividades a solas y a edades más tardías sus preferencias se centran en animales más grandes (perros, gatos...)
3. Tendencia a mojar la cama más allá de las edades en la que esto se consideraría normal.

Esto sigue sujeto a debate, ya que no se ha observado una prevalencia en dichos factores. Los que apoyan este criterio aducen que las investigaciones al respecto se ven afectadas por factores de naturaleza jurídica (por ejemplo, en el sistema legal de algunos lugares de Estados Unidos, donde se lleva a cabo la pena de muerte y donde ganar las simpatías del jurado es un factor crítico, el invocar antecedentes traumáticos o bien la predisposición genética puede marcar la diferencia entre una sentencia de ejecución y una más benigna), por lo que no siempre se esclarecen plenamente las causas y se da preeminencia a situaciones ambientales, más que al victimario en sí, al menos desde el punto de vista de la defensa, quien, por el simple hecho de serlo, dispone de mayores recursos para "torcer" la vida de una persona.

El primer asesino serial que documenta la historia es Liu Pengli, primo del emperador Jing de la dinastía Han, en China. Él fue nombrado gobernador de la provincia de Jidong, alrededor del año 144 antes de nuestra era. De acuerdo al historiador Sima Qian, solía organizar expediciones secretas, acompañado de algunos esclavos o súbditos, en las que asesinaba indiscriminadamente para adueñarse de las propiedades de sus víctimas, llevando esto a cabo por un espacio de 29 años. Finalmente, el hijo de una de sus víctimas le reportó con el Emperador, quien le mandó llamar y le sometió a juicio. Al saberse que el número de sus víctimas ascendía a 100 personas, por lo menos, se pidió su ejecución; no obstante, la mediación de su primo le permitió continuar con vida, siendo denigrado a la categoría de plebeyo y desterrado.

Otros célebres asesinos seriales de tiempos antiguos han sido Gilles de Rais, Érzebeth Bathory, Eusebius Pieydagnelle, y el más famoso de todos, Jack el Destripador.

Algunos antropólogos han teorizado que leyendas como la del Hombre Lobo, los vampiros, los trolls, etcétera, son proyecciones del imaginario colectivo en que se plasma la figura del asesino serial. También se suele hacer hincapié en que muchos casos de asesinos en serie no han sido debidamente registrados como tales.

Actualmente, el FBI es la autoridad más respetada en cuanto a la clasificación y estudio de estos individuos. Según sus lineamientos, se pueden distinguir dos clases de asesinos en serie:

1. El tipo I u organizado:

- Se trata de personas con un IQ elevado (105-120 o más).
- Sus crímenes se planean de manera metódica, y por lo regular recurren al rapto para llevarlos a cabo.
- Son cuidadosos a la hora de disponer de los cadáveres.
- Recurren a técnicas de ingeniería social para obtener víctimas, aprovechándose de la curiosidad, la lástima o la función de las mismas en la sociedad (por ejemplo los que se dedican a matar prostitutas).
- Prefieren tener el control sobre la escena del crimen.
- Tienen conocimientos de ciencias forenses, lo que les hace ser más difíciles de rastrear y los cadáveres más difíciles de ser hallados. Por ejemplo, acostumbran enterrarlos, descuartizarlos o sumergirlos.
- Siguen cuidadosamente las noticias acerca de sus "hazañas", como si se tratase de un gran proyecto, sintiéndose orgullosos de ser mencionados.
- Socialmente, suelen llevar vidas normales, con familia y amigos. Éstos suelen describirlos como "personas agradables, que no matarían ni una mosca".
- Suelen encubrir los crímenes mediante notas suicidas falsificadas o pistas falsas. Por ejemplo, el Dr. Harold Shipman, quien asesinó a entre 250 y 400 adultos mayores entre 1971 y 1998, encubriendo las muertes como provocadas por causas naturales, lo cual hizo que nadie sospechara de las mismas hasta casi el final de su carrera delictiva.

2. El tipo II o desorganizado:

- Su IQ fluctúa entre los 85 y 95 puntos.
- Sus crímenes son impulsivos.
- Por lo regular no se preocupan de deshacerse de los cadáveres, frecuentemente dejándolos en la escena del crimen.
- Sus ataques suelen ser rápidos, y precedidos o seguidos por algún "ritual", como la necrofilia, el descuartizamiento o el canibalismo.
- Su necesidad de estar siempre en movimiento les hace ser difíciles de capturar.
- Son socialmente introvertidos, y suelen tener un historial de problemas mentales, o bien, de actitudes excéntricas e inadecuadas.
- No se preocupan mucho del seguimiento de sus asesinatos.

Sus motivaciones

Un asesino serial puede tener varias motivaciones, aun cuando el trasfondo subyacente casi siempre corresponde al perfil que se mencionaba al principio. Se ennumeran las siguientes, y muchos presentan una mezcla de varias:

1. Visionarios

Suelen efectuar sus asesinatos como una forma de evitar algún mal o de prevenir una catástrofe. Herbert Mullin asesinó a 13 personas en California en los años 70 porque según, afirmaba, unas voces le ordenaban hacerlo como medida para evitar un terremoto de enormes proporciones.

2. Misioneros

Sus crímenes por lo regular van dirigidos hacia un determinado colectivo social, aduciendo que al eliminar a dicho grupo la sociedad se verá beneficiada. Por lo regular se trata de minorías o de grupos segregados (como prostitutas o vagabundos). Jack el Destripador es un excelente ejemplo al respecto.

3. Hedonistas

Matan por el simple placer de hacerlo, como una especie de adicción. Muchas veces la razón de la adicción no responde tanto al hecho de asesinar como la adrenalina implicada en el hecho de seguir a la víctima, o incluso de cometer actos post-mortem (canibalismo, por ejemplo). Un ejemplo sería David Berkowitz, quien gustaba de asesinar parejas jóvenes y huir en el acto.

4. Por ganancia

Aunque esto a primera vista podría verse como una contradicción en lo que mencionábamos más arriba (la diferencia entre matones a sueldo y los asesinos seriales), no lo es. El criterio para separar unos y otros es quee el asesino serial por ganancia mata un número excesivo de víctimas por una ganancia que se antoja paupérrima. El caso mejor documentado es el de Marcel Petiot, un supuesto miembro de la resistencia francesa durante la ocupación nazi, quien atraía a su casa a miembros prominentes de la comunidad judía, prometiéndoles ayuda. En vez de esto, los asesinaba y les robaba sus pertenencias. Si bien la motivación de este individuo era primordialmente materialista, es difícil de entender que sus 63 crímenes hayan sido perpetrados solamente para obtener joyas o dinero sin un componente psicópata, lo que le coloca en la categoría de asesino serial.

5. Por obtener poder y control sobre la víctima

Es el tipo más común de asesino en serie. Lo que busca es simplemente dominar. Suelen ser víctimas de abusos sexuales durante la infancia, y repiten actos ligados a sus abusos en sus crímenes, pero, a diferencia de los hedonistas, suelen atormentarse al llevarlos a cabo. Por ejemplo, un asesino serial solía forzar a jovencitas a efectuar sexo oral, tras lo cual las abofeteaba y estrangulaba. Al ser capturado, alegó que su hermana le forzaba a llevar a cabo actos de esta naturaleza y después le abofeteaba, para que no le dijera a sus padres. Su proceder era una manera de negación, si bien esto sólo le satisfacía momentáneamente y se veía obligado a repetirlo.

Fuente:

http://glyniss.blogspot.com/2007/04/lo-que-es-un-asesino-serial.html

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