El detector de mentiras y el polí­grafo

Publicado en Criminología

El detector de mentiras y el polí­grafo

Identificando la no verdad de los hechos

La mentira es un recurso más del ser humano, en un mundo de secretos, misterios e investigaciones, la certeza sobre la veracidad o no de las informaciones, es indispensable para muchos investigadores. Se han escrito cientos de libros, se han editado publicaciones y todo tipo de informes a cerca del fenómeno de la mentira contándose por docenas, los colectivos profesionales, que han teorizado acerca de como detectar de manera objetiva una mentira. No obstante, vamos a analizar el cómo y el porque del detector de mentiras, una de las primeras maquinas creadas por el hombre destinadas a detectar lo que durante siglos ha sido uno de los grandes retos de la humanidad.

En primer lugar, diremos que él termino detector de mentiras, no es quizás el mas correcto, según fuentes consultadas por Detectum, deberíamos hablar del polígrafo ya que es este, el nombre mas técnico y descriptivo. Un polígrafo, es una maquina capaz de medir y registrar muchas variantes y expresiones fisiológicas, pudiendo medir aspectos como el ritmo cardíaco, la tasa respiratoria, la respuesta galvánica de la piel, la tensión sanguínea y un largo etcétera de parámetros. Así, se pueden establecer y medir objetivamente, relaciones existentes entre expresiones psicológicas y reacciones fisiológicas.

Cuando alguien dice la verdad, se activan unas partes del cerebro distintas a cuando alguien miente. Son unos patrones cerebrales que el investigador deberá conocer. También sabemos, que existe una relación entre la actividad cerebral en el acto de la mentira y la respuesta fisiológica. El detector de mentiras, parte de la base de que la mentira provoca una serie de síntomas fisiológicos no apreciables siempre a simple vista pero que si que son medibles mediante una maquina que científicamente y objetivamente registre todas las respuestas corporales.

Otro principio a tener en cuenta, es que todos los individuos somos distintos y por tanto se deduce el hecho de que todos podemos potencialmente reaccionar de manera muy diferente cuando expresamos la mentira. Así, algunos reaccionaran al mentir, con un aumento de la sudoración, otros con una variación del ritmo cardíaco, etc. Es por esta razón que el investigador incitara, en una parte inicial de la prueba, a que el sujeto mienta deliberadamente con preguntas sencillas pudiendo comprobar así, cuales son las respuestas fisiológicas que esa persona en concreto genera al mentir.

¿Se puede burlar al detector de mentidas? Es una vieja pregunta, formulada por todos los detractores de este test, los poligrafistas dice que no, pues hay muchos elementos que conscientemente no podemos controlar de forma completa como el ritmo cardíaco o la sudoración, etc.

Otro procedimiento que utiliza el investigador que realiza el test, es repetir en más de una ocasión la misma pregunta con el fin de aislar, corroborar, confirmar relaciones entre la potencial mentira y la respuesta corporal. El investigador también realizará preguntas “trampa” destinadas a cazar a aquellos que se intentan autosugestionar creyéndose su propia mentira con el fin de intentar engañar al polígrafo.

Algunos de los parámetros más usuales que suele medir el investigador son:

Ø  Tasa respiratoria:

Suelen adaptarse diversos tubos o cintas de goma al abdomen, cuando los músculos abdominales se llenan de aire por el proceso de la respiración natural, estas gomas se desplazan. Van unidas a un brazo mecánico, que registra el movimiento del abdomen expresándose finalmente, en una señal electrónica y un trazado encima del papel. El movimiento de respiración del abdomen suele ser de entre 8 y 12 veces por minuto.

Ø  Presión sanguínea, ritmo cardíaco..

La sangre es bombeada por el corazón a todos los rincones del cuerpo humano, la mejor manera de medir la presión sanguínea es aplicando un sensor en el brazo, este bombeo hace un sonido y un movimiento que es detectado con la misma facilidad que lo haría un medico de cabecera. Es otro parámetro que se registrara en el panel de señales.

Ø  Resistencia galvánica de la piel:

También se la conoce como la actividad electro cutánea, es una medida de sudor sobre las yemas del dedo. Las extremidades del cuerpo como la mano y los dedos son las más porosas del cuerpo, siendo por tanto, donde mas fácilmente podemos medir la sudoración. Se aplican galvanómetros que son una especie de sensores aplicados a cada uno de los temas. Estos sensores miden la capacidad de la piel para conducir electricidad ya que cuando se sudora la electricidad se transmite con mayor facilidad y rapidez.

Ø  Movimientos de brazos y piernas:

Algunos polígrafos también registran movimientos o criterios complementarios como actitudes posturales, mover con nerviosismo un brazo o pierna al responder a determinadas preguntas, etc.

Los investigadores que aplican la prueba, suelen ser llamados expertos en el polígrafo aunque su nombre más adecuado seria psicofisiologistas forenses. Deben tener experiencia en el uso de esta maquina, conocer a fondo sus procesos y mecanismos, también es muy importante saber realizar un buen diseño de las preguntas.

En muchas ocasiones, el técnico deberá realizar una pre prueba, es decir realizar el mismo test unas horas antes de la prueba definitiva, así el investigador puede reunir ciertos parámetros y diseñar las preguntas con mayor acierto.

Algunos de los detractores del detector de mentiras, dudan sobre su objetividad basándose en que el sujeto, puede sentirse intimidado debido a la tensión natural, que provoca el ser sometido a preguntas, además de todo el conjunto de tubos, sensores y diferentes cables aplicados a distintas partes de su cuerpo. Estos elementos, alteran las respuestas fisiológicas. No obstante, los poligrafistas afirman que son suficientemente objetivos como para poder aislar estas respuestas de nerviosismo de las respuestas relacionadas con una mentira.

Cuando se empezó a utilizar el polígrafo, muchos gángsteres empezaban a utilizar contramedidas destinadas a engañarlo, como aplicar desodorante en las yemas de los dedos para que no se detectara su sudoración, aplicar sedativos, tachuelas en los zapatos, etc. La maquina todavía no ha entrado en desuso, de hecho, en Internet, existen numerosas paginas en las que se venden versiones domesticas y reducidas de la maquina para su aplicación en el ámbito domestico o profesional, algo a lo que no es recomendable jugar.

En EEUU se practican cada año cerca de 1 millón de tests con el polígrafo, el detector de mentiras nació como la fusión de varios artefactos en el siglo XIX. En el año 1869, Auguste Chavey y Étienne Jules Marey, desarrollaron un cardiógrafo capaz de medir el ritmo cardiaco y en el año 1902 James Mackenzie inventó otra maquina capaz de medir la presión y el pulso yugular empezando a llamarle polígrafo. Esta maquina acabaría tomando el nombre de detector de mentiras, nombre que se haría popular en la prensa de la época.

Hoy en día, son muchos los tribunales de justicia que no aceptan la prueba del polígrafo como una prueba pericial más, no obstante si que es admitida como prueba o recurso complementaria como en algunos estados de EEUU, también en Israel y Japón aunque tampoco se puede afirmar que su uso sea intensivo. La polémica continúa abierta y todavía no hay una posición uniforme respecto a la objetividad o no del polígrafo, existiendo todo tipo de pruebas científicas, informes y demostraciones en tiempo real por uno y otro lado de la comunidad científica.

Han pasado ya más de 80 años desde su invención y lo cierto es que se esta trabajando actualmente, en otros sistemas más avanzados. Es el caso de algunos científicos norte-americanos de la Universidad de Minnesota, que están desarrollando un prototipo de maquina destinada a realizar controles masivos de seguridad. Este aparato permite saber rápidamente, si un sujeto miente, esta compuesto por una cámara térmica de alta definición, que detecta pequeñas diferencias de temperatura que se producen alrededor de los ojos de una persona cuando esta miente. Se ha comprobado que existe una fiabilidad del 85% frente a la del 70 o 75% del polígrafo.

También destacamos el caso de la doctora americana Jennifer Vendemia, que ha recibido una beca para desarrollar sus experimentos científicos. Esta doctora, ha logrado desarrollar un sistema que científicamente tiene una eficacia aproximada del 94%. Se trata de colocar un total de 128 electrodos en la cara y en el cuero cabelludo de un sujeto, los electrodos transmiten todas las ondas cerebrales en décimas de segundo a un ordenador que las procesa. Esta doctora afirma que el cerebro tarda más tiempo en procesar las mentiras que en procesar las verdades y esto se puede demostrar con un mapa detallado de todos los sensores. Puede que sea una iniciativa para sustituir al polígrafo creado hace ya más de 80 años.

Equipo de redacción de Detectum.

Fuente: http://www.detectum.com/detectordementiras.htm

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