Las armas
Las Armas
El uno por ciento de las muertes por accidentes se deben a heridas por armas de fuego En 1977, 1.200 personas murieron en los Estados Unidos en accidentes domésticos provocados por armas de fuego, y varias miles de personas ingresaron en hospitales con heridas graves.
Actualmente, las armas de fuego se fabrican con un alto nivel de seguridad y precisión, y casi todos los accidentes relacionados con ellas se deben a fallos humanos, no a fallos mecánicos.
Sin embargo, las armas de fuego son probablemente los instrumentos más mortíferos en potencia que puede haber en un domicilio particular, y todas las familias que posean alguna de ellas deben tomar rigurosas medidas de seguridad. Es esencial tener un conocimiento completo del arma.
Examínela detenidamente, y asegúrese de que está bien familiarizado con el mecanismo de carga y de disparo antes de intentar cargarla. Es especialmente importante que todos los niños tengan un conocimiento adecuado de cómo funciona un arma de fuego, y se les instruya de forma adecuada sobre las medidas de seguridad, antes de permitirles manejarlas, aunque sea en sus juegos.
El Cuidado de Las Armas en el Hogar
Las armas sucias son poco fiables y muy; peligrosas, de modo que deben limpiarse cuidadosamente de forma regular. En cualquier armería pueden adquirirse equipos sencillos y baratos para limpiar armas, pero es posible limpiar el cañón con aceite mineral corriente y con un paño firmemente fijado al extremo de una varilla sólida. Siga las instrucciones del fabricante.
Engrase todas las piezas con aceite especial antes de montar el arma, y compruebe después con el arma descargada, el funcionamiento correcto de todos los mecanismos.
Si se le cae el arma en cualquier momento, inspeccione y limpie todas las piezas antes de volver a usarla. Esto es especialmente importante en la calle o en el campo, donde un pequeño objeto o una piedra pueden introducirse en el cañón y hacerlo explotar cuando el arma sea disparada. Guarde todas las armas en un armario o mueble con llave. Inutilícelas quitando el percutor. Nunca deje un arma a la vista, ya que ello supone una tentación para los niños, los ladrones y los intrusos. Almacene la munición por separado.
Si tiene dos tipos distintos de armas, es esencial conservar en sitios separados la munición para cada una de ellas. Un cartucho demasiado grande puede quedarse en medio del cañón, y en el siguiente disparo ambos cartuchos pueden estallar simultáneamente, hiriendo o matando al tirador. Es aconsejable instalar seguros en los gatillos de todas la armas. Esta es una precaución esencial si hay niños en la casa. Las versiones sencillas son baratas, y los artilugios más complicados son caros, pero ingeniosos. Una idea popular es el gatillo que se dispara magnéticamente.
El propietario de las armas posee un anillo magnético de seguridad sobre el dedo medio de la mano que dispara, y el seguro del gatillo no puede quitarlo nadie que no lleve ese anillo. Otra versión es el gatillo de seguridad mediante un encaje. El arma no dispara a menos que el tirador haga un movimiento direccional extra especial con el gatillo. Esto significa que ninguna persona no familiarizada con el arma es capaz de dispararla. Piense siempre que un arma está cargada hasta que no haya comprobado que no lo está y, por tanto, manéjela con cuidado. La única forma segura de saber si un arma está cargada es comprobar el cargador y la recámara cada vez que la maneje. Nunca mire por el cañón para ver si está cargada un arma, ni apriete el gatillo en el interior de la casa para comprobarlo. Si hay una bala en la recámara, puede rebotar y matar a alguien.
Una regla de oro es descargar siempre las armas cuando deje de usarla. Descargue siempre el arma cuando no vaya a hacer fuego inmediatamente, y también cuando la meta en un armario, funda o vehículo. Sin embargo, en algunas situaciones puede ser aconsejable dejar cargada el arma: muchos accidentes se producen al dispararse el arma cuando está siendo cargada o descargada, de forma que puede aumentar el riesgo de accidente al cargar y descargar un arma cuando no sea estrictamente necesario. Debe aprender a llevar el arma en una posición vertical segura cuando atraviese lugares abruptos o con obstáculos, o cuando se incline para recoger las piezas cobradas. Es importante mantener el arma en posición vertical cuando sufra una caída.
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