Narcomenudeo en la ciudad de México

Publicado en Seguridad Pública

Narcomenudeo  en la ciudad de México
El reino de las tienditas

Bandera política en la contienda por la Presidencia de la República, causal directo de la violencia en las calles, el narcomenudeo se ha convertido en un problema de proporciones mayores para la ciudad de México. Las cifras superan a cualquier otro punto en el país, número de adictos incluidos. En la discusión parece olvidarse el alimento que crió al monstruo: el abandono del gobierno federal a un problema que, legalmente, debe combatir.

Delia Patricia Buendía Gutiérrez, la Ma Baker, aprendió a vender droga en Tepito, de donde huyó hace más de una década tras ordenar la muerte de un par de competidores.

Se instaló en la cabecera municipal de Ciudad Nezahualcóyotl, donde fundó, según la Procuraduría General de la República (PGR), una de las organizaciones de narcomenudeo más grandes y peligrosas de la zona metropolitana. Tanto, que en su cuenta se anota la ejecución de cuatro jefes policiacos, entre ellos Guillermo Robles Liceaga, director de Operaciones Mixtas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina.

Desde hace tres años, la Ma Baker está detenida en la prisión de máxima seguridad de La Palma, pero su organización sigue activa en el oriente del Distrito Federal. La semana pasada, por ejemplo, una célula de su grupo fue desarticulada en la colonia Aeropuerto Arenal, de la delegación Venustiano Carranza.

Será difícil atrapar a todos los socios de la contrabandista, quien en sus buenos tiempos vendía hasta 10 mil grapas de cocaína a la semana en colonias de las delegaciones Iztapalapa y Venustiano Carranza, y los municipios de Chalco y Nezahualcóyotl.

Incluso ahora la Ma Baker y su lugarteniente Carlos Morales, El Aguila, tienen bajo su control a 17 grupos de distribuidores de droga que operan sobre todo en Iztapalapa.

Estampas del narcomenudeo en la ciudad de México donde cada mes, de acuerdo con la SSP, se comercializan dos toneladas de cocaína pura suficientes para elaborar, según la cantidad de cortes que se le apliquen, unos cuatro millones de grapas que se venden en promedio a 100 pesos cada una.

Una ganancia de 400 millones de pesos mensuales.

El aumento del consumo entre los capitalinos supera la media nacional, que según la Secretaría de Salud es de 20% al año. En la capital esta cifra es cercana al 40%; de hecho, según la Encuesta de Adicciones entre Estudiantes del Distrito Federal de 2004, elaborada por la Secretaría de Educación Pública y Instituto Nacional de Psiquiatría, el 15.2% de los jóvenes admite haber consumido drogas en el último año.

Un preocupante universo de 230 mil adictos potenciales.

Diariamente, la policía preventiva detiene a 24 personas en posesión de drogas, 97% de las cuales, denuncia el secretario de Seguridad Joel Ortega Cuevas, son liberadas al argumentar que se trata de dosis para consumo personal.

No se sabe la cantidad real de tienditas (puntos de venta de droga) que existen en la ciudad, pero la SSP calcula un promedio de dos por cada una de las tres mil 500 colonias, alrededor de las cuales suele presentarse un aumento de delitos llamados de alto impacto, como homicidios y asalto a mano armada.

Es el caso de la colonia Portales, donde existen al menos 16 tienditas y que desde el año pasado registra un aumento de 26.4% en los delitos cometidos con violencia.

La venta de cocaína, pues, se ha vuelto asunto común en la ciudad, e incluso los dealers (traficantes) utilizan varios métodos para su distribución.

Por ejemplo en colonias como Morelos, Vicente Guerrero, Pensil o Santa María Aztahuacán, la droga se transportaba en motonetas conducidas por adolescentes, hasta que la policía estableció un operativo especial para revisar estos vehículos.

Hoy, las entregas suelen hacerse en bicicleta. La dirección de las tienditas se da a conocer a través de grafitis, un código difícil de descifrar pues suele cambiar con frecuencia.

No es el único método. En zonas como Polanco, Roma o Del Valle los dealers recurren a establecimientos de pizzas para distribuir la droga; por eso, desde el mes pasado, la SSP empezó a revisar las unidades de estos negocios, con el argumento de verificar que su documentación se encuentre en regla... Y que los motociclistas respeten el reglamento de tránsito.

La lengua de Madrazo

Iztapalapa, Alvaro Obregón , Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc y Azcapotzalco. Las delegaciones con mayor tráfico de estupefacientes, según la PGR.

En las primeras cuatro se instalaron Unidades Mixtas de Atención al Narcomenudeo (UMAN), conformadas por agentes federales y policías locales, las cuales, según el secretario Joel Ortega, de poco han servido para combatir el delito pues "dejan en libertad a las personas que detenemos".

Esta fue la razón por la cual, al inicio del mes, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) retiró a sus elementos de las UMAN "hasta que se restructuren y operen de manera eficiente", advirtió el jefe de la policía capitalina. "Hay que investigar de dónde viene tanta droga", dijo en referencia a las dos toneladas de cocaína que mensualmente se comercializan en la ciudad.

Paradójicamente, la decisión del GDF se tomó dos días después que el gobierno federal anunció una cruzada nacional contra el narcomenudeo cuyo eje rector sería, dijo el secretario de Seguridad Pública federal, Eduardo Medina Mora, la coordinación con autoridades estatales.

Quien sabe si haya o no coordinación, pero por lo pronto el programa contra la venta de droga al menudeo parte, virtualmente, de cero: la Cámara de Diputados retiró al gobierno federal los 343 millones de pesos asignados al proyecto, y los distribuyó entre los 17 estados con mayor incidencia del delito.

Dos meses después, según el procurador capitalino Bernardo Bátiz, el dinero no ha llegado a la ciudad de México donde, en cambio, el tema se convirtió en discurso de candidatos presidenciales.

El candidato panista Felipe Calderón juró poner "un hasta aquí a la violencia en el DF", y luego el priísta Roberto Madrazo dijo que la ciudad "era la capital del narcomenudeo y el secuestro".

Más allá de banderas políticas, lo cierto es que el narcomenudeo avanza en la capital.

Iztapalapa, por ejemplo, desplazó a Tepito como el principal centro de distribución de drogas y armas, pero de todos modos el céntrico barrio se resiste a quitarse lo bravo: tras la reaprehensión de Jorge Reyes Ortíz, El Tanque, surgió una nueva generación de traficantes encabezados por un sujeto conocido como El Colchón, quien suele utilizar a adictos menores de edad e indigentes para su negocio.

Sus servicios los paga con droga, algo que aprendió de El He Man, hasta hace poco dueño del picadero (sitio donde se vende y consume droga) ubicado en Jesús Carranza 6. A El Colchón se le relaciona con la primera ejecución del año en Tepito, cuando fue asesinado su competidor Iván Alvarado Moreno.

Mientras, la semana pasada la PGR y la Policía Federal Preventiva decidieron actuar y aplicaron un operativo especial en cinco delegaciones capitalinas, cuyo saldo fue de 14 personas detenidas, el decomiso de 203 grapas de cocaína, 20 pastillas sicotrópicas, un cigarro de mariguana... y mil 690 pesos en efectivo.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2006/02/19/mas-najar.html